Título: La amiga estupenda
Autora: Elena Ferrante
Editorial: Lumen, 2012
Páginas: 392
Resumen oficial.
Con La amiga estupenda, Elena Ferrante inaugura una tetralogia deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado y como protagonistas a Lenù y Lila, dos jóvenes mujeres que están aprendiendo a gobernar su vida en un entorno donde la astucia, antes que la inteligencia, es el ingrediente de todas las salsas.
La relación a menudo tempestuosa entre Lila y Lenù viene acompañada de un coro de voces que dan cuerpo a su historia y nos muestran la realidad de un barrio pobre, habitado por gente humilde que acata sin rechistar la ley del más fuerte, pero La amiga estupenda está lejos del realismo social: lo que aquí tenemos son unos personajes de carne y hueso, que nos intrigan y nos deslumbran por la fuerza y la urgencia de sus emociones.
Por primera vez Ferrante aborda una narración muy amplia, poniendo en escena un verdadero tableau vivant donde no hay espacio para el tópico: todo es vida y todo respira al hilo de la mejor literatura.
«El reto para quien escribe es llenar la distancia entre lo que vives y lo que cuentas, sentir físicamente el impacto de la narración...»
Impresión personal.
Dicen los entendidos que a medida que avanzamos en edad vamos recordando mejor las cosas que nos acontecieron en nuestro pasado más remoto y menos las cuestiones del pasado reciente y nos tornamos más olvidadizos. Y debe ser cierto porque leyendo este magnífico libro he viajado mentalmente por mi infancia como si estuviera replicando, en un viaje paralelo, la historia que nos va contando en primera persona Lenù. Tengo que reconocer que, al menos en la infancia, me he identificado mucho con Lila porque yo fui la típica "niña mala" de mi época o "movidita" en palabras de mi encantadora abuela. "Desde siempre, la diferencia entre tu y yo es que a mi la gente me tiene miedo y a ti no" es lo que Lila le dice a Lenù en una de sus charlas. Y es que aunque parezca mentira en algunas épocas la calle, que era un delicioso campo de juegos infantiles, también era una selva en la que los equilibrios se rompían con facilidad y era necesario ser fuerte y saber defenderse. Las amigas "buenas" buscaban refugio en personas como Lila, que siendo inteligentes también sabían sobrevivir en esa selva que pretendía engullirlas y hacerlas claudicar de sus intereses personales.
La amiga estupenda es una delicia de historia, la historia de dos amigas desde que empiezan en su más tierna edad a compenetrarse, medirse y acabar en una perfecta comunión en la que no importa la distancia, la diferencia de actividades que realicen o los caminos diferentes por los que la vida las lleve; Ellas saben que siempre están ahí, que siempre pueden contar la una con la otra. Y las dos amigas son dos personajes bien marcados y definidos aunque totalmente diferentes, tanto que a veces puedes pensar y preguntarte qué es aquello que las une siendo tan distintas. Por una lado, tenemos a Lila, una niña con una inteligencia por encima de la media y desperdiciada por las circunstancias familiares que la acaban abocando a colaborar con el sostenimiento de su familia y abandonar sus estudios por mucho que éstos le entusiasmen. Y es que Lila tiene sed de conocimiento y devora los libros sean de lo que sean sin nadie que la tutorice. Sin embargo, aunque emplea su inteligencia para seleccionar el mejor destino posible de los que en un momento dado se le ofrecen, se ve obligada a dejar los libros y comenzar una vida que en otras circunstancias seguramente no hubiera escogido. Por otra parte, tenemos a Lenù, que es quien nos está contando la historia haciendo memoria ya de mayor porque su amiga se ha "esfumado" sin dejar rastro. Lenù es una niña "buena" e inteligente pero, sobre todo, constante a la hora de afrontar aquello que quiere y durante mucho tiempo su deseo era parecerse a Lila, ser tan lista como ella, algo que la hizo una luchadora tenaz y que ha ido conformando los derroteros por donde camina su vida a pesar de sus dudas sobre la rentabilidad que tienen los estudios de cara a mejorar en la vida y poder llegar a traspasar las fronteras de ese barrio pobre donde todos viven como suspendidos en el tiempo.
Alrededor de estas dos protagonistas, Ferrante nos presenta toda una ristra de personajes que encajan perfectamente en el barrio napolitano donde se desarrolla la novela. En ocasiones, toda esta cantidad de personajes, familias y las relaciones que se establecen entre ellos me ha traído a la memoria a La Colmena de Camilo José Cela y eso que al principio pensé que con tanto nombre y tanto mote me iba a liar y me iba a perder. Lo cierto es que no ha sido así y que la manera de escribir y de contar historias de la autora, te guía por todo ese galimatías de nombres sin que en ningún momento me haya sentido perdida en el barrio sin saber quien es quien. Y es que Elena Ferrante escribe y cautiva a la vez con su prosa y tu te dejas llevar a todos los rincones de las casas y de las vidas en las que limpiamente te introduce. Me ha encantado asomarme con ella a cada ventana, husmear en sus vidas, oler sus guisos de supervivencia, alegrarme de cada pequeño avance y dolerme por las desgracias. Los italianos y, más en concreto, los napolitanos, no están tan lejos de andaluces y extremeños de la posguerra española. Me han faltado unas pocas familias gitanas, el cura y alguna pareja de guardia civiles y el símil hubiera sido perfecto.
Alrededor de estas dos protagonistas, Ferrante nos presenta toda una ristra de personajes que encajan perfectamente en el barrio napolitano donde se desarrolla la novela. En ocasiones, toda esta cantidad de personajes, familias y las relaciones que se establecen entre ellos me ha traído a la memoria a La Colmena de Camilo José Cela y eso que al principio pensé que con tanto nombre y tanto mote me iba a liar y me iba a perder. Lo cierto es que no ha sido así y que la manera de escribir y de contar historias de la autora, te guía por todo ese galimatías de nombres sin que en ningún momento me haya sentido perdida en el barrio sin saber quien es quien. Y es que Elena Ferrante escribe y cautiva a la vez con su prosa y tu te dejas llevar a todos los rincones de las casas y de las vidas en las que limpiamente te introduce. Me ha encantado asomarme con ella a cada ventana, husmear en sus vidas, oler sus guisos de supervivencia, alegrarme de cada pequeño avance y dolerme por las desgracias. Los italianos y, más en concreto, los napolitanos, no están tan lejos de andaluces y extremeños de la posguerra española. Me han faltado unas pocas familias gitanas, el cura y alguna pareja de guardia civiles y el símil hubiera sido perfecto.
Y si conocer a los personajes ha sido una delicia, conocerlos en ese barrio napolitano que constituye su mundo ha sido genial. La autora recrea con soltura y con mucho tacto un barrio de la Nápoles de los años 50, un barrio que a veces es refugio, a veces una cárcel de la que escapar y otras una aspiración en la que permanecer, posturas que definen también a cada personaje y sus aspiraciones personales o las de sus familias. Un Napolés humilde, excesivamente humilde, donde las oportunidades para prosperar son tan reducidas que son mayores las frustaciones personales que los triunfos. Cualquier cambio es una victoria que celebrar: conseguir una televisión, un coche, un vestido nuevo o una miserable muñeca. El valor de las cosas se triplica en función de las oportunidades para conseguirlas y éstas son tan escasas, que todo tiene un valor mayor. No hay duda que esta perspectiva es algo que hemos perdido con el paso de los años y que vivir en esta tremenda sociedad de consumo provoca que todo nos vale escaso tiempo y nuestra felicidad se difumina rápidamente cuando conseguimos los bienes, muchas veces con muy poco esfuerzo.
¿Qué os voy a decir? A mi me ha fascinado esta gran "familia" napolitana, conocer las raíces de donde parten Lila y Lenu a través de su infancia y su adolescencia y quiero seguir sabiendo a donde les lleva la vida, a donde lleva a cada pieza de ese puzzle napolitano que Elena Ferrante nos ha dibujado con tanta delicadeza. Como en un juego, quiero saber más de sus movimientos, de lo que consiguen y de todo aquello en lo que fracasan, y quiero dejarme llevar de la mano por la autora y mirar la evolución de esa ciudad.
Hola Ángela!!
ResponderEliminarNo he leído nada de Elena Ferrante pero he leído maravillas de sus libros y de esta tetralogia!!
Es una autora que me llama mucho la atención también por todo el revuelo y el misterio que se ha producido alrededor de su pseudonimo!!
Quizás para el año que viene... Este último trimestre lo dedicaré a tope a pendientes y retos inacabados!!
Un saludo!!!
Boquiabierta me hallo, Ángela. Me achuchas y te digo que me ha gustado casi más la reseña que el libro y ya sabes que yo otra cosa no, pero a entusiasta recomendando a Ferrante no hay quien me gane. Sabía que lo ibas a disfrutar y que lo ibas a hacer al 100%, como lo has hecho, extrayendo todo el jugo que tiene la novela y yendo mucho más allá de lo que aparentemente se cuenta. Con esta frase "sus dudas sobre la rentabilidad que tienen los estudios de cara a mejorar en la vida y poder llegar a traspasar las fronteras de ese barrio" me has convencido del todo que has llegado al fondo de la novela. Yo tengo que admitir que en esta primera no lo vi tan claro y que tuve que esperar para darme cuenta de que precisamente, entre otras muchas cosas, ésta es la idea principal en torno a la cual gira la tetralogía. Es una novela sobre la amistad, sí. Pero a veces el lector se ciega con esto y obvia que es una novela sobre la lucha de clases y sobre la lucha femenina, y cada cual lucha a su manera. Algunos, como Lenù, con constancia y estudio.
ResponderEliminarBesos.
También me gustó mucho, es más, a medida que más pienso en el libro más me gusta. Creo que es un retrato de la amistad entre chicas perfecto, con sus celos incluidos, y me ha parecido una delicia. Estoy deseando saber como seguirán los caminos de estas fos amigas aunque por el momento tendrá que espera. Un saludo!
ResponderEliminarY sigo sin estrenarme con esta autora. A ver cuándo le pongo remedio...
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya sabes que me gustó mucho. Te ha quedado una reseña excepcional. Un besote
ResponderEliminar¿Qué decirte de esta reseña guapa? Impresionante es una pista. Has sabido plasmar la esencia de la novela e ir más allá aún analizando cada detalle, cada rinconcito de las vidas y los sueños de esos napolitanos. A ver cuando vamos a por el siguiente.
ResponderEliminarBesos
No serás tú al final Elena Ferrante? Una reseña magnífica para la novela que da comienzo a este saga que me ha parecido maravillosa.
ResponderEliminarUn beso
Veo que esta novela hay que leerla sí o sí. Magnífica reseña. Besos.
ResponderEliminarCada vez tengo más ganas de leer esta tetralogía, o al menos este primero, pero viendo todas las opiniones positivas creo que me gustará también
ResponderEliminarBesos
Qué bonitas haces las reseñas Ángela...enamorada me hallo de lo que cuentas. A ver si le hago hueco pronto porque me apetece mucho.
ResponderEliminarBesitos
Coincidimos en impresiones, a ver si nos ponemos de acuerdo para poner fecha para la siguiente. Una reseña magnífica Ángela
ResponderEliminarBesos
Estupenda reseña Ángela! Ya sabes que también la he disfrutado mucho y que estoy deseando continuar...
ResponderEliminarUn beso
También me encantó. Y diría que el primero es el que más me costó, a partir del segundo ya me enamoré. Si a ti ya el primero te ha encandilado ya verás con los que siguen. Has plasmado muy bien en la reseña la esencia del libro. Magnífica reseña Ángela.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me alegro que te haya gustado. Cada libro mejora. Ya verás.
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