Título: Nuestra parte del trato.
Autor: Antonio Manzanera.
Editorial: Umbriel, 2015.
Páginas: 288.
SINOPSIS.
Durante el verano de 1938, en plena Batalla del Ebro, un misterioso personaje llamado Urquiza es enviado a Barcelona por el Cuartel General de Franco para participar en el atentado que unos militantes del Partido Obrero de Unificación Marxista preparan contra el presidente del gobierno de la República, Juan Negrín. Llegado a Barcelona, Urquiza descubrirá pronto una razón mucho más poderosa que explica su presencia en la ciudad.
Perseguido por ambos bandos y con la única ayuda de Núria, una mujer que busca a su novio desaparecido en el frente, intentará cumplir con éxito su misión más arriesgada: sobrevivir.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Este es el primer libro que leo del autor y aún me quedan otros dos en la estantería (La suave superficie de la culata y El hombre del acantilado) y dado que esta novela me ha gustado, no creo que tarde mucho en darles salida. Ya lo he comentado, compramos y compramos, acaparamos y nos vamos perdiendo cada año en las novedades mientras dejamos atrás buenas historias. Buenas historias, como esta.
Nuestra parte del trato es una novela de espionaje en la España de la Guerra Civil, en concreto se desarrolla en la Barcelona roja cuando está sucediendo la Batalla del Ebro. Urquiza, un espía del bando nacional viaja a Barcelona de incógnito junto a Castro, un militar falangista que tiene encomendado darle cobertura en caso de necesidad. En teoría, la operación en la que debe participar Urquiza es en el asesinato por atentado del Presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín, por su colaboración estrecha con Stalin que ha provocado el encarcelamiento y muerte de los miembros del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) que son seguidores de Trotsky. Algunos de los miembros de ese partido que aún quedan en Barcelona quieren matar a Negrín aunque ello suponga aliarse para conseguirlo con los seguidores de Franco. Pero no solo esto se encuentra Urquiza cuando llega a Barcelona, sino que poco a poco se va metiendo en todo un entramado de espionaje en el que juegan fuerzas internacionales que intentan sacar partido de la guerra civil española pensando ya en lo que realmente va ser más importante, la II Guerra Mundial. De este modo, Urquiza ha de jugar en varias bandas como la alemana, cuyos agentes están buscando una máquina de cifrado que ha desaparecido a la vez que el agente que la usaba; los soviéticos que también intentan hacerse con esa máquina para desentrañar las comunicaciones de los alemanes de cara a una futura guerra contra los nazis y los propios compañeros del POUM que desconfían cada día más de que el agente nacional realmente haya venido a ayudarlos a "cargarse" a Negrín.
Me ha gustado mucho Urquiza, un tipo misterioso pero muy listo que perfectamente podría encajar en películas del tipo Casablanca. Te lo imaginas perfectamente fumando en una esquina con su sombrero ladeado, vigilando los movimientos de aquellos que le interesan especialmente. Me ha recordado también a otro personaje reciente de Pérez Reverte, Falcó. Espías made in Spain que circulaban por la Barcelona roja, más pendiente de lo que se avecinaba a nivel internacional que de la propia guerra española, que no era más que un instrumento para posicionarse de cara a la contienda que ya se avecinaba.
Una novela que te depara sorpresa tras sorpresa hasta el final. Esta vez me he aproximado bastante en alguno de los misterios que se plantean, que no son pocos, aunque en la mayoría he errado soberanamente. Está claro que yo como espía tendría poco futuro.
En definitiva, Nuestra parte del trato es una muy buena novela de espías a ritmo de thriller, muy bien documentada en toda su carga histórica en la época en que sucede y muy bien ambientada en una Barcelona en la que el hambre, los bombardeos continuos y los racionamientos estaban a la orden del día.
Me ha gustado mucho Urquiza, un tipo misterioso pero muy listo que perfectamente podría encajar en películas del tipo Casablanca. Te lo imaginas perfectamente fumando en una esquina con su sombrero ladeado, vigilando los movimientos de aquellos que le interesan especialmente. Me ha recordado también a otro personaje reciente de Pérez Reverte, Falcó. Espías made in Spain que circulaban por la Barcelona roja, más pendiente de lo que se avecinaba a nivel internacional que de la propia guerra española, que no era más que un instrumento para posicionarse de cara a la contienda que ya se avecinaba.
Una novela que te depara sorpresa tras sorpresa hasta el final. Esta vez me he aproximado bastante en alguno de los misterios que se plantean, que no son pocos, aunque en la mayoría he errado soberanamente. Está claro que yo como espía tendría poco futuro.
En definitiva, Nuestra parte del trato es una muy buena novela de espías a ritmo de thriller, muy bien documentada en toda su carga histórica en la época en que sucede y muy bien ambientada en una Barcelona en la que el hambre, los bombardeos continuos y los racionamientos estaban a la orden del día.
Pues tiene una pinta increíble la verdad, además los libros de espías me encantan. Besos
ResponderEliminarNo he leído nada del autor y la ambientación en la Guerra Civil me llama mucho, me lo llevo apuntado. Besinos.
ResponderEliminarYa sabes que a mí las novelas de espionaje me cuestan un poco por lo general, pero esta me la has hecho muy apetecible.
ResponderEliminarBesos
Hola.
ResponderEliminarNo se si lo terminaré leyendo, pero has hecho que me de curiosidad el libro.
Nos leemos.
Tampoco he leído nada del autor (que yo recuerde, aunque me parece que tengo un libro suyo por casa). La verdad es que esta pinta muy bien. Ese contexto me atrae y si el personaje es sólido... No me importaría echarle un ojo. Besos
ResponderEliminarMe lo leí hace unos años y, la verdad, le da mil vueltas a Falcó de Reverte (éste me lo leí hace unos meses y me pareció bastante flojo). Todos y cada uno de los libros de Manzanera son pequeñas joyas.
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