UN SACO DE HUESOS

de Stephen King.

Esta lectura pertenece a la Lectura Conjunta que durante el mes de julio organizó Mara del blog Déjame leer en paz, una lectura conjunta que quiero agradecerle desde aquí.

La verdad es que cuando comentamos el tema en twiter no tuve ninguna duda de que me iba a apuntar a leer este año algo más de King. No lo había leído nunca y unos meses antes me estrené con él con un libro que me encantó de principio a fin, Misery, además de que luego pude ver la estupenda película que había sobre el mismo. Sin embargo, no es que esta nueva lectura no me haya gustado. Al final su trama y su contenido creo que están bien pensados, pero bajo mi punto de vista es excesivamente largo y excesivamente lento, algo para lo que yo, al menos, no estaba preparada después de la lectura anterior.

 

Título: Un saco de huesos

Autor: Stephen King

Editorial: DeBolsillo, 2003

Páginas: 704.

Resumen oficial.

Sólo el gran maestro del terror podía haber escrito esta embrujada historia de amor donde ni siquiera la muerte es capaz de separar a los amantes... 

Un saco de huesos es la novela más emocionante e inolvidable de Stephen King: una historia sobre el sufrimiento y el vínculo eterno de un hombre con un amor malogrado, sobre un nuevo amor amenazado por secretos del pasado y una inocente niña atrapada en el fuego cruzado de fuerzas naturales y sobrenaturales.

Cuatro años después de la repentina muerte de su esposa Jo, el novelista Mike Noonan sigue presa de una terrible depresión y espantosas pensadillas. Busca refugio en su casa de veraneo, pero en ese lugar un hombre poderoso, Max Devore, no tiene escrúpulos en manipular a la comunidad para conseguir sus siniestros propósitos: separar a su nieta de tres años de su joven madre viuda. 

Mike se involucra en el enfrentamiento y se ve atrapado en el misterio de la casa, ahora escenario de visitas fantasmales y obsesiones cada vez más abominables...

En Un saco de huesos la vida y la emoción se reflejan con una intensidad insólita. No es un secreto que King es el narrador más espeluznante. Y aquí demuestra que también puede ser el más conmovedor.

Impresión personal.

Desde luego si algo tengo claro antes de empezar es que la sinopsis se pasa "tres pueblos" cuando apunta que "un saco de huesos es la novela más emocionante e inolvidable de Stephen King". Como he comentado antes yo no había leído nunca a King hasta este año, pero sí he oído hablar toda mi vida lectora de él y desde luego no le había oído a nadie comentar ni el nombre de esta novela. Sinceramente, basándome en "radiomacuto" sobre este escritor, creo que esta novela debe ser de las menos "King" que cualquiera espera.

Quiero empezar diciendo que no es una mala novela, no lo creo. Creo que es muy original y que está muy bien escrita. Pero... no es la novela o el tipo de novela que yo esperaba, ni para la que mi mente estaba preparada. En general, casi nunca estoy preparada para lecturas lentas y casi me obligo a ello para no perderme grandes obras que de por sí son lentas pero ricas en detalles. Pero de King esperaba algo más "trepidante" en el ritmo de los hechos y algo más de tensión, o al menos, un poco de nerviosismo.

¿Por qué lenta? La novela no empieza como dice la sinopsis después de cuatro años del fallecimiento de Jo, la mujer de Mike Noonan. No. La novela empieza cuando Jo fallece y durante casi doscientas páginas no pasa absolutamente nada más allá de un ir y venir con la pena de Mike, su soledad, su duelo eterno, su incapacidad para volver a escribir, el apoyo de algún que otro familiar y sus relaciones frustantes con su editorial. Esta parte y alguna que otra del resto de la novela bien podría haber sido una novela corta sobre la tristeza y el duelo que vive un amante ante la pérdida de su amada. Repito, casi doscientas páginas con este tema. A mi sinceramente me han sobrado al menos 150 páginas para que entendiera la situación mental del escritor ante su pérdida.

Por otro lado, la parte más "movidita" tiene dos historias que al final convergen aunque un poco forzadamente. Primero tenemos una casa, Sara Risa, que es la segunda residencia de Mike que está llena de fantasmas, espíritus y demás. Unos con buena intención y otros con no tan buena. Y esta parte podría ser la más propiamente del estilo de King. Una casa donde empiezan a ocurrir cosas raras, entre ellas, por ejemplo, que Mike empieza a escribir inesperadamente como si nada hubiera pasado los cuatro años anteriores en que no era capaz de escribir una línea. Aparecen ruidos raros, risas, letras imantadas en la nevera que dejan mensajes, etc. Un misterio por resolver donde los fantasmas intentan hacer ver a Mike algo y él lucha por averiguar el secreto que encierra todo.

Pero, segundo, tenemos simultáneamente con estos hechos que ocurren a una especie de mafioso del lugar que lo controla todo y a todos y que está intentando quitarle a su joven nuera Mattie, viuda de su hijo, la hija pequeña que tiene, Kyra. Ante la injusticia y el reto de contradecir el poder establecido en el lugar por el abuelo, nuestro escritor se involucra financiando abogados, detectives, etc. que defiendan a Mattie ante su suegro para impedir que le robe a su hija. Bajo mi punto de vista, esta historia también podría haber sido un libro independiente que nada o casi nada tiene que ver con las cosas que ocurren en la casa de Mike.

Al final ambas cosas quedan unidas por lo acontecido en el pasado en la casa y en el pueblo, pero a mi me ha parecido que ni siquiera era necesario unirlas y que estábamos antes historias casi independientes por la manera en que el autor nos relata y nos desarrolla los hechos.

En conclusión, quienes se animen a leer esta novela deben contar con que no es una novela puramente al estilo de King ni por su temática ni por sus ritmos ni la tensión que le imprime. Bien escrita y un contenido que podría haber dado más juego si se hubiera priorizado de algún modo una temática sobre otra y se hubiera acortado en más de la mitad la primera parte del duelo de Mike. No obstante, como siempre, es mi opinión y mi experiencia personal. Seguramente, lector@s menos impacientes que yo han apreciado mucho más lo que yo no he disfrutado tanto.