Título: El idioma de los recuerdos
Autor: Antonio Gómez Rufo
Editorial: Ediciones B, 2019.
Páginas: 384.
SINOPSIS.
«Madrid tenía que volver a ser eterna, y a ello se entregaron todos los madrileños supervivientes; y a los que permitieron sobrevivir. Madrid, siempre épica, se convirtió en una ciudad vencida; y, tras la derrota, muchos madrileños lloraron de rabia y de impotencia. Era el tiempo del final de la guerra y los inicios de mi amor por Elena.»
Un hombre en el ocaso de su vida pasa un último verano frente al mar. Durante esos días de soledad, recuerda aquel otro verano en que su vida cambió para siempre: el de 1939. Fue en los meses siguientes a la entrada de las tropas nacionales en Madrid, en una ciudad derrotada que luchaba desesperadamente por abrirse de nuevo a la vida, cuando el protagonista -entonces un adolescente hermano de un alto cargo de Falange- se enamoró de la hija de un anarquista fusilado...
IMPRESIÓN PERSONAL.
Tengo que reconocer que me gusta muchísimo Antonio Gómez Rufo. Los libros que he leído de este autor, Madrid, la novela y La camarera de Bach, me han gustado mucho. Me encanta la manera de escribir y, sobre todo, de describir de Gómez Rufo y cuando las historias se desarrollan en Madrid, el autor se supera a sí mismo. Me encanta el callejeo al que me somete, las visitas a lugares con solera a los que me transporta, los ambientes que dibuja y los tiempos a los que me lleva disfrazada de época, con esa mezcla de personajes ficticios y reales que tan bien sabe combinar. De su mano tengo una guía turística secreta de Madrid, al margen de los lugares habituales que se recomiendan en las oficinas de turismo oficiales, y porque no decirlo, hasta gastronómica.
He disfrutado mucho de esta nueva novela de Gómez Rufo, de su trasfondo y de sus escenarios y de esa forma de escribir tan cercana que te incita a acompañarlo sin esfuerzo alguno. En esta ocasión, el autor nos remonta al año 1939 de la mano de la memoria de Vicente, que en 1999, ya bien anciano está pasando el verano, puede que el último, en Marbella y recuerda lo poco bueno y lo mucho malo de aquellos años en los que era tan solo un adolescente asustado. Como les pasa a muchos ancianos, Vicente recuerda mejor el pasado lejano que su pasado más reciente, y se encuentra desubicado en un tiempo que ya no le corresponde, y mucho menos un cambio de siglo del que ya no quiere formar parte.
De su mano, vamos a conocer todos los acontecimientos que ocurrieron en su vida cuando, al finalizar la guerra, con un Madrid dañado en los físico y en el corazón, su hermano, Julián, un destacado y cruel falangista, y su amigo Federico Calatrava, regresan a casa para sembrar el terror desde un cargo en el que las listas de supuestos "rojos" mandaban a la cárcel y al paredón a cientos de compatriotas. La verdad es que el carácter de este matón está tan bien reflejado en la novela, tan bien descritos los episodios de los fusilamientos de madrugada, las amenazas, los traslados, que cada vez que aparece, una misma se echa a temblar. Esa prepotencia, ese poco o ningún valor dado a la vida humana, esa falta de sentimiento te pone los pelos de punta, incluso en el trato que dispensa a su propia madre, Isabel, a la que acaba encerrando en un "sanatorio psiquiátrico".
En ese entorno, en el que Vicente se ve obligado a acompañar a su hermano, en los hechos y simulando una ideología que no comparte, la vida se le complica aún más cuando se enamora de Elena Blanco, la hija de un anarquista fusilado en su día, con el que comparte ideales socialistas que intenta que pasen desapercibidos para el bando ganador de la guerra. De la mano de Vicente vamos conociendo los acontecimientos lineales en el tiempo que le llevaron a huir de Madrid y que ha ido marcando su vida, así como también sus pensamientos sobre estos hechos y su propia vida en el momento actual, mientras observa lo que le rodea en 1999.
Una historia sobrecogedora, como tantas sobre la guerra civil y esa posguerra llena de venganza y muerte, de miedo y de silencios, y también sobre el presente y la necesidad de que los hechos no se olviden para que no se vuelvan a repetir en un Madrid, en un país, aún lleno de heridas. Sin duda, lo recomiendo.
He disfrutado mucho de esta nueva novela de Gómez Rufo, de su trasfondo y de sus escenarios y de esa forma de escribir tan cercana que te incita a acompañarlo sin esfuerzo alguno. En esta ocasión, el autor nos remonta al año 1939 de la mano de la memoria de Vicente, que en 1999, ya bien anciano está pasando el verano, puede que el último, en Marbella y recuerda lo poco bueno y lo mucho malo de aquellos años en los que era tan solo un adolescente asustado. Como les pasa a muchos ancianos, Vicente recuerda mejor el pasado lejano que su pasado más reciente, y se encuentra desubicado en un tiempo que ya no le corresponde, y mucho menos un cambio de siglo del que ya no quiere formar parte.
"He matado a dos hombres en mi vida: a mi hermano mayor y a mi mejor amigo. Pero no siento el menor arrepentimiento por ello"
De su mano, vamos a conocer todos los acontecimientos que ocurrieron en su vida cuando, al finalizar la guerra, con un Madrid dañado en los físico y en el corazón, su hermano, Julián, un destacado y cruel falangista, y su amigo Federico Calatrava, regresan a casa para sembrar el terror desde un cargo en el que las listas de supuestos "rojos" mandaban a la cárcel y al paredón a cientos de compatriotas. La verdad es que el carácter de este matón está tan bien reflejado en la novela, tan bien descritos los episodios de los fusilamientos de madrugada, las amenazas, los traslados, que cada vez que aparece, una misma se echa a temblar. Esa prepotencia, ese poco o ningún valor dado a la vida humana, esa falta de sentimiento te pone los pelos de punta, incluso en el trato que dispensa a su propia madre, Isabel, a la que acaba encerrando en un "sanatorio psiquiátrico".
En ese entorno, en el que Vicente se ve obligado a acompañar a su hermano, en los hechos y simulando una ideología que no comparte, la vida se le complica aún más cuando se enamora de Elena Blanco, la hija de un anarquista fusilado en su día, con el que comparte ideales socialistas que intenta que pasen desapercibidos para el bando ganador de la guerra. De la mano de Vicente vamos conociendo los acontecimientos lineales en el tiempo que le llevaron a huir de Madrid y que ha ido marcando su vida, así como también sus pensamientos sobre estos hechos y su propia vida en el momento actual, mientras observa lo que le rodea en 1999.
Una historia sobrecogedora, como tantas sobre la guerra civil y esa posguerra llena de venganza y muerte, de miedo y de silencios, y también sobre el presente y la necesidad de que los hechos no se olviden para que no se vuelvan a repetir en un Madrid, en un país, aún lleno de heridas. Sin duda, lo recomiendo.
Este libro se me pasó y me encanta lo que cuentas. Sí, tengo pendiente leer a este autor y se agradece que describa Madrid y los acontecimientos tan bien. Y el título me parece maravilloso.
ResponderEliminarBesos
Hola guapa, me leí Madrid, la novela, y me gustó mucho, cómo nos acerca la historia de MAdrid...
ResponderEliminarEsta la dejo pasar...las novelas que tiene como fondo guerras y demás no me llaman...
Un besazo
Veo que es una novela que está gustando mucho. Y la temática me atrae, por lo que significa este triste periodo en la historia de nuestro pais. Será una de mis lecturas del otoño. Besos.
ResponderEliminarLe tengo ganazas a este libro, a ver si me hago con él!
ResponderEliminarBesotes
La historia contada desde una novela siempre es bien venida a mis estanterías. Besos
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