Título: Más allá del invierno
Autora: Isabel Allende
Editorial: Plaza y Janés, 2017.
Páginas: 352.
SINOPSIS.
Isabel Allende parte de la célebre cita de Albert Camus -«en medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible»- para urdir una trama que presenta la geografía humana de unos personajes propios de la América de hoy que se hallan «en el más profundo invierno de sus vidas»: una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un maduro norteamericano. Los tres sobreviven a un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York y acaban aprendiendo que más allá del invierno hay sitio para el amor inesperado y para el verano invencible que siempre ofrece la vida cuando menos se espera.
Más allá del invierno es una de las historias más personales de Isabel Allende: una obra absolutamente actual que aborda la realidad de la emigración y la identidad de la América de hoy a través de unos personajes que encuentran la esperanza en el amor y en las segundas oportunidades.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Más allá del invierno es una novela de personajes, de tres personajes en concreto que están atravesando por momentos oscuros y fríos en sus vidas y que coinciden casualmente algunos de ellos, durante una de las tormentas de nieve más fuerte que han asolado Nueva York. Y digo que pasan por momentos oscuros y fríos en sus vidas porque a lo largo de la narración iremos viendo que no han sido ni mucho menos los peores, sino que sus vidas, con momentos de luz y felicidad, han tenido mayores vivencias oscuras, muchas de ellas terribles en todos los casos, y que iremos conociendo a lo largo de la novela.
La situación que nos plantea Isabel Allende me ha resultado muy original a la hora de presentarnos a sus personajes. Por una lado, conocemos a Lucía Maraz, una mujer chilena de sesenta y dos años y profesora universitaria eventual que vive en un semisótano que le alquila el norteamericano Richard Bowmaster, profesor universitario, maniático y de costumbres sumamente rígidas. En sus vidas se cruzará por sorpresa Evelyn, una joven guatemalteca sin papeles, que choca fortuitamente contra el coche de Richard en medio de la tormenta de nieve. Evelyn lleva en el maletero del coche el cadáver de una mujer.
Con estos mimbres, la autora teje una novela en torno a estos tres personajes que con la excusa de ayudar a la pobre Evelyn y deshacerse del cadáver nos van desgranando sus vidas y van estableciendo entre ellos unos lazos que en el futuro nadie conseguirá romper.
Me ha encantado el planteamiento de la novela y me ha resultado sumamente ágil la forma en que la autora ha mezclado el presente en el que los tres intentan resolver el problema que tiene Evelyn, que al final será un problema de todos, ya que se convierten automáticamente en cómplices, y la forma en que cada personaje va contando su vida hasta llegar al momento actual.
En realidad, aunque haya un cadáver de por medio, la novela no tiene como foco de atención este hecho salvo al final cuando conocemos a qué se dedica el jefe de Evelyn, padre del niño discapacitado que ella cuidaba. Por el contrario, la novela es una historia de personajes, de los tres personajes protagonistas, Lucía, Richard y Evelyn. Tres personajes que sirven a la autora para poner a los lectores ante el problema de los inmigrantes en Estados Unidos: las causas por las que han de salir de sus países sí o sí, la odisea del viaje para llegar y los problemas de estar en Estados Unidos sin posibilidad de conseguir papeles a pesar de estar trabajando en puestos que los norteamericanos no quieren.
También, está el trasfondo personal que me ha gustado muchísimo, esos lazos de relaciones que se entretejen entre ellos, en concreto entre Lucía y Richard, dos personas mayores que vuelven a encontrar el amor, que abren sus corazones a través del desahogo que da contar a alguien todo aquello que te ha hecho daño, que te hace culpable, que te ha obligado a ocultarte en el interior de una persona que no eres tu. Eso es lo que le pasa a Richard, un profesor escondido en si mismo que solo mantiene relaciones de cariño con sus cuatro gatos. Huraño, meticuloso y rancio descubre los motivos por los que se ha convertido en lo que es tras la perdida de su mujer y su hija. Sin embargo, Lucía se siente atraída por él a pesar de que no es "la alegría de la huerta" y también le va desgranando su vida, por qué tuvo que salir de Chile cuando llegó la dictadura, la desaparición de su hermano, la eterna búsqueda de su madre y esa amargura que la ha acompañado toda la vida por no ser capaz de pasar página. Pero si una historia es escalofriante es la de Evelyn, su vida en una aldea de Guatemala al cuidado de su abuela y sus dos hermanos, las pandillas y los asesinatos de estos y su periplo para llegar a Estados Unidos donde su madre lleva muchos años malviviendo para poder mandar dinero a los hijos que tuvo que dejar atrás.
No os cuento más. Me ha gustado mucho esta novela y me ha encantado encontrarme de nuevo con la autora en una historia que me ha tenido enganchada unos días disfrutando de la buena literatura y de unas historias de vida que merece la pena conocer.
La situación que nos plantea Isabel Allende me ha resultado muy original a la hora de presentarnos a sus personajes. Por una lado, conocemos a Lucía Maraz, una mujer chilena de sesenta y dos años y profesora universitaria eventual que vive en un semisótano que le alquila el norteamericano Richard Bowmaster, profesor universitario, maniático y de costumbres sumamente rígidas. En sus vidas se cruzará por sorpresa Evelyn, una joven guatemalteca sin papeles, que choca fortuitamente contra el coche de Richard en medio de la tormenta de nieve. Evelyn lleva en el maletero del coche el cadáver de una mujer.
Con estos mimbres, la autora teje una novela en torno a estos tres personajes que con la excusa de ayudar a la pobre Evelyn y deshacerse del cadáver nos van desgranando sus vidas y van estableciendo entre ellos unos lazos que en el futuro nadie conseguirá romper.
Me ha encantado el planteamiento de la novela y me ha resultado sumamente ágil la forma en que la autora ha mezclado el presente en el que los tres intentan resolver el problema que tiene Evelyn, que al final será un problema de todos, ya que se convierten automáticamente en cómplices, y la forma en que cada personaje va contando su vida hasta llegar al momento actual.
En realidad, aunque haya un cadáver de por medio, la novela no tiene como foco de atención este hecho salvo al final cuando conocemos a qué se dedica el jefe de Evelyn, padre del niño discapacitado que ella cuidaba. Por el contrario, la novela es una historia de personajes, de los tres personajes protagonistas, Lucía, Richard y Evelyn. Tres personajes que sirven a la autora para poner a los lectores ante el problema de los inmigrantes en Estados Unidos: las causas por las que han de salir de sus países sí o sí, la odisea del viaje para llegar y los problemas de estar en Estados Unidos sin posibilidad de conseguir papeles a pesar de estar trabajando en puestos que los norteamericanos no quieren.
También, está el trasfondo personal que me ha gustado muchísimo, esos lazos de relaciones que se entretejen entre ellos, en concreto entre Lucía y Richard, dos personas mayores que vuelven a encontrar el amor, que abren sus corazones a través del desahogo que da contar a alguien todo aquello que te ha hecho daño, que te hace culpable, que te ha obligado a ocultarte en el interior de una persona que no eres tu. Eso es lo que le pasa a Richard, un profesor escondido en si mismo que solo mantiene relaciones de cariño con sus cuatro gatos. Huraño, meticuloso y rancio descubre los motivos por los que se ha convertido en lo que es tras la perdida de su mujer y su hija. Sin embargo, Lucía se siente atraída por él a pesar de que no es "la alegría de la huerta" y también le va desgranando su vida, por qué tuvo que salir de Chile cuando llegó la dictadura, la desaparición de su hermano, la eterna búsqueda de su madre y esa amargura que la ha acompañado toda la vida por no ser capaz de pasar página. Pero si una historia es escalofriante es la de Evelyn, su vida en una aldea de Guatemala al cuidado de su abuela y sus dos hermanos, las pandillas y los asesinatos de estos y su periplo para llegar a Estados Unidos donde su madre lleva muchos años malviviendo para poder mandar dinero a los hijos que tuvo que dejar atrás.
No os cuento más. Me ha gustado mucho esta novela y me ha encantado encontrarme de nuevo con la autora en una historia que me ha tenido enganchada unos días disfrutando de la buena literatura y de unas historias de vida que merece la pena conocer.
Comencé a leerla el año pasado y, yo creo que porque no era el momento ni el lugar (de vacaciones en casa materna en Navidad), se me hizo un poco cuesta arriba y no conseguía mantener mi atención, así que la aparté. Creo que debería retomarla. Me encantan las novelas de personajes aunque todavía no sé si me gusta esta autora.
ResponderEliminarVeo que tú la recomiendas así que puede que sea hora de animarme con ella de nuevo.
Un abrazo
Dejé atrás a Isabel Allende hace varios libros y no se si me apetece retomarla, de hecho tengo en casa el amantes japonés que me han dejado hace tiempo, sin leer,así que tengo que pensarlo. Besinos.
ResponderEliminarLo último que leí de ella fue "El amante japonés" y me gustó mucho, tengo pendiente volver a retomarla porque de jovencita era de mis autoras preferidas. Y este es una buena opción.
ResponderEliminarBesitos
Llevo tiempo sin leer nada de Allende. Y las poquitas veces que me he acercado a ella me ha gustado mucho. A ver si me animo con este libro, que tiene buena pinta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esta vez no me animo, he leído mucho a Allende, pero hace años la puse en la lista negra y ahí sigue.
ResponderEliminarBesos.
Me suelen gustar, o me gustaban, las novelas de Isabel ALlende, pero no sé si me atrevo con esta.
ResponderEliminarUn besazo
Lo tengo esperando en la estantería, a ver si me animo a leerlo y me gusta tanto como a ti. Un beso
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar que no me termina de convencer.
ResponderEliminarSaludos
A mí también me encantó y veo que la autora se está renovando en la temática de sus novelas. Aunque esto no convenza a todo el mundo a mí me gusta que no se estanque.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo leerla. Comparto tu opinión. Besos
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