Quizás sea raro pero hasta ahora no había leído nada de esta autora a pesar de las buenas críticas que había leído sobre sus novelas. Precisamente para solucionar esa carencia Kate Morton fue una de las autoras que me propuse leer para el Reto de Eternos Pendientes, un reto que, por cierto, ya he superado con esta lectura.
Título: Un Jardín Olvidado.
Autora: Kate Morton
Editorial: Santillana, cuarta edición, 2014
Páginas: 537.
Resumen oficial.
En vísperas de la Primera Guerra Mundial, una niña es abandonada en un barco con destino a Australia. Una misteriosa mujer llamada la Autora ha prometido cuidar de ella, pero la Autora desaparece sin dejar rastro…
Un terrible secreto sale a la luz…
En la noche de su veintiún cumpleaños, Nell O’Connor descubre que es adoptada, lo que cambiará su vida para siempre. Décadas más tarde, se embarca en la búsqueda de la verdad de sus antepasados que la lleva a la ventosa costa de Cornualles.
Una misteriosa herencia que llega en el siglo XXI…
A la muerte de Nell, su nieta Casandra recibe una inesperada herencia: una cabaña y su olvidado jardín en las tierras de Cornualles que es conocido por la gente por los secretos que estos esconden. Aquí es donde Casandra descubrirá finalmente la verdad sobre la familia y resolverá el misterio, que se remonta un siglo, de una niña desaparecida.
Una hermosa historia a tres voces en tres tiempos distintos que desemboca en un todo perfecto, impecable, donde las piezas encajan y adquieren sentido. Una novela heredera de la tradición literaria anglosajona, con reminiscencias de todos los géneros, que nos devuelve el placer por la lectura que nos hicieron sentir los grandes clásicos.
Impresión personal.
Es difícil expresar que es lo que más me ha gustado de esta novela, una novela que me ha gustado muchísimo y que me ha atado a sus páginas desde los primeros capítulos. Todavía hoy ando echando de menos a algunos de sus personajes.
El Jardín Olvidado es un thriller, una buena novela de misterio y de intriga y también una excelente saga familiar. Me ha encantado el estilo de la autora que con una gran maestría ha sido capaz de conciliar perfectamente una historia contada en tres tiempos diferentes con unos personajes entrelazados por su relación familiar. Efectivamente, a lo largo de la historia vamos saltando de un tiempo a otro y de unos personajes e historias a otras sin que en ningún momento te sientas perdida en la historia, una historia que está perfectamente hilvanada con un lenguaje muy rico aunque sencillo. En este sentido, encontramos una primera trama que se desarrolla a comienzos del siglo XX en la ciudad de Londres y luego en Cornualles, lugar donde está el jardin olvidado; una segunda trama, en 1975, donde desde Australia, se empiezan las primeras investigaciones sobre el pasado por parte de Nell; y una última trama, que consigue desvelar todo el misterio en el tiempo actual (2005) por parte de la nieta de Nell, Cassandra. Puede parecer que esta estructura pueda suponer algún tipo de complicación a la hora de leer la novela, pero no es así. Los tiempos, los personajes y los lugares están perfectamente integrados dentro de una única historia que es la de desvelar que pasó para que una niña pequeña apareciera sola en Australia sin que nadie la reclamara.
Por otro lado, hay tres narradoras principales: Eliza (la Autora), Nell y Cassandra. Cada una va relatando lo que se nos cuenta en su tiempo correspondiente. Seguramente, o al menos a mi me lo ha parecido, la parte de Eliza sea la más rica tanto en contenido como en detalles ambientales. Realmente Eliza, por ser la raíz de la historia, es la verdadera protagonista que me ha cautivado. Su carácter, su manera de actuar y, sobre todo, sus cuentos me han encantado. Es, por tanto, también una historia que tiene mucho de metaliteratura. Sin embargo, de Nell hay cuestiones que no me han encajado mucho. No he entendido muy bien como al margen de iniciar la investigación de su vida una vez que le comunican que es adoptada, reniega prácticamente de la familia que la ha criado con mucho amor, con tanto que ella nunca notó que no pertenecía a la familia. Sin embargo, se aisla de esa familia y se vuelve a convertir en una huérfana por decisión propia. Una actitud que no me encaja bien en una persona normal. Finalmente Cassandra arrastra una pasado un tanto tumultuoso con pérdidas familiares muy cercanas y sensibles aparte de tener una madre que nunca se ha preocupado por ella, habiéndose criado con su abuela. El papel de Cassandra realmente es instrumental para resolver el misterio de la familia y de la procedencia de su abuela, no teniendo ella en sí misma excesiva relevancia.
Evidentemente, estas tres mujeres principales están acompañadas en cada época de una serie de personajes secundarios donde destacan, sobre todo, los que rodean a Eliza, la familia Mountrachet, en especial su prima Rose, su fría tia Adele y su tio, enamorado del recuerdo de la madre de Eliza. Ellos junto a Nathaniel Walker, el marido de Rose, determinarán el presente y futuro de la Autora de cuentos.
La novela está muy bien ambientada en general, pero bajo mi punto de vista me ha enamorado la ambientación de la ciudad de Londres en 1900, una ciudad oscura, casi siempre con niebla, maloliente, llena de orines, ratas, sucia y, sobre todo, siniestra en toda esa parte de la ciudad donde malviven las clases más pobres.
Junto a esta ambientación me ha llamado la atención la descripción también hecha que se hace del Jardín, del que se cuida y del que se acaba olvidando. Es una descripción hecha desde el sentimiento. Parece a veces que se puedan oler las flores o que puedas escuchar los pájaros en el laberinto, a la vez que el muro lleno de enredaderas parece que se te cayera encima.
Está claro que Kate Morton sabe escribir y sabe escribir muy bien además de crear una historia de misterio que te engancha desde el principio hasta el final. Me ha sorprendido gratamente encontrármela y pensar que aún tengo unos cuantos libros suyos en mi lista de pendientes para disfrutar seguro.