Dice el refrán que "más vale tarde, que nunca" así que me consuela al menos ver que he llegado a la meta en "tiempo y forma". Este libro me tocó en un sorteo organizado por L@ky del Blog Libros que hay que leer un 14 de febrero, supuestamente para leer durante el Mes Temático del amor. Pero el libro no llegó a tiempo y luego lo he ido retrasando entre lectura conjuntas, simultáneas y otros entretenimientos blogueros. Además he de reconocer dos cosas. Primero, cuando vi el "tocho" casi me da un patatús con el volumen y el peso, aunque luego se lee bien rápido. Segundo, la sinopsis no me llamó mucho la atención y el hecho de que fuera un libro epistolar aún menos, así que lo fui retrasando hasta que la valentía llamara a mi puerta. Y, hete aquí, que el libro me ha encantado, que he disfrutado muchísimo con su lectura y con su estilo y que, por todo ello, me ha sorprendido gratamente. Desde aquí mi agradecimiento a Laky y a la editorial por la oportunidad que me han brindado.
Título: Evelina o Historia de una Joven Dama en su entrada en Sociedad.
Autora: Frances Burney.
Editorial: D'Época, 2103.
Traducción: Eva María González Pardo.
Páginas: 580.
La autora.
Frances (Fanny) Burney era una escritora inglesa (1752-1840) cuyo mérito principal ha sido describir con ironía la opresiva y absurda vida de la mujer de su época, una absurda vida basada en una más absurda todavía hipocresía social que reinaba en Europa a finales del siglo XVII.
Todo indica que su obra fue la que más influyó en escritoras de renombre como Jane Austen, constituyendo para ella una fuente de inspiración en novelas como "Orgullo y prejuicio".
Otras obras de la autora son Cecilia en 1782, Camilla en 1796 y The Wanderer en 1812.
Frances Burney |
Evelina, o Historia de una joven dama en su entrada en sociedad, cuenta la historia de la hermosa Evelina Anville, hija no reconocida de lord Belmont, un aristócrata inglés de vida disipada. Desde su oscuro nacimiento y tras la muerte de su madre al dar a luz, Evelina se cría aislada en el campo con su tutor, el bondadoso reverendo señor Villars. Cuando está a punto de cumplir dieciocho años viaja por primera vez a Londres, donde se ve cautivada por su nuevo entorno, el beau monde, y en particular por el apuesto y distinguido lord Orville. Pero su disfrute pronto se verá mortificado por la aparición de su abuela, madame Duval, y por el libertino sir Clement Willoughby.
Preciosa novela, en edición ilustrada (ilustraciones de época firmadas por Hugh Thomson), que describe de forma satírica los placeres y peligros de la alta sociedad inglesa y de la vida social londinense de finales del siglo XVIII.
A través de una amplia sucesión de cartas se relata la entrada de Evelina en un mundo frívolo y cruel repleto de falsas apariencias, enredos y malentendidos embarazosos.
La Enciclopedia Británica describe Evelina como un «hito en la novela social y de costumbres».
Esta novela supuso un precursor determinante de las futuras novelas de Jane Austen que se inspiró en Fanny Burney para explorar en sus escritos las mismas cuestiones sociales y costumbristas anteriormente descritas en Evelina.
Impresión personal.
Como ya he mencionado al principio de la entrada, no tenía grandes expectativas sobre esta novela porque ni me llamaba mucho la atención la época en que se desarrolla ni el carácter epistolar de la misma me gustaba, más bien al contrario. No obstante, el libro me ha sorprendido gratamente, incluido el estilo epistolar. Cada carta detalla perfectamente quien es el emisor y el receptor, son muy dinámicas, detalladas y secuenciales en cuanto a fecha y cambios de ubicación de quien escribe y consiguen darle a toda la novela una línea argumental muy clara y bastante activa. En este sentido, y por comparar, el ritmo de las cartas, aún siendo más largas, no tienen nada que envidiar a novelas recientes basadas en emails o en mensajes de móvil.
Por otro lado, y dentro del lenguaje propio de la época, el estilo de lo escrito es muy rico tanto en vocabulario, como en perfectas descripciones de los lugares, situaciones, gestos de los personajes y sus correspondientes diálogos. Todo ello te refleja a la perfección una época llena de remilgos en las formas y comportamientos de las personas de cierto nivel y del papel de "mujer florero" que el sexo femenino tenía en estos años. También a través de estos diálogos y situaciones, se puede ver claramente el contraste con las personas de educación y posición inferior o las pertenecientes a otros países como Francia donde los usos de señoras y señores eran ya más relajados y sueltos. Me ha gustado mucho este estilo de la escritora con independencia de la crítica ideológica que una mujer del siglo XXI como yo pueda tener ante situaciones tan "repelentes" y machistas que se repiten en toda la obra.
La protagonista principal de la historia es Evelina, una joven inocente y pura, con un origen oscuro que ha sido educada en el medio rural inglés desde que nació, ante la muerte de su madre, por el reverendo Mr. Villars. A través de la invitación de Lady Howard, su hija Mrs. Mirvan y su nieta Maria, amiga de Evelina, ésta entra en contacto con la sociedad londinense de la época. En la ciudad, Evelina tendrá que enfrentarse por primera vez a un mundo de comportamientos, gestos y códigos sociales que desconoce totalmente y que le harán pasar más de alguna situación comprometida, muchas de ellas relacionadas con el contacto con sus primeros admiradores masculinos: el "acosador" y pesado Clement Willoughby y el educado y paciente Lord Orville. Todo esto unido al pasado extraño e incierto de Evelina, sin madre y con un padre que no la reconoce, un tutor que la sobreprotege, una abuela indeseable e interesada y una edad que obliga a la mujer a perfilar su futuro junto a un hombre, hacen que las situaciones se vayan complicando para la protagonista, que sin experiencia alguna y sin malicia debe ir sorteando las diferentes situaciones que se le van presentando y que va relatando detalladamente en las cartas que le escribe a su tutor.
Todo este elenco de personajes se mueve en un mundo y en unos lugares bien definidos por la autora. Hay una rica descripción de la ciudad de Londres, de los lugares de ocio de la época (la opera, los teatros, las salas de baile, los parques de paseo,...) y de las costumbres de los ciudadanos londinenses y de su forma de vida. Un mundo de hipocresía, formalismos, moda y lujos, ociosidad y desigualdad entre clases; un mundo de hombres donde las mujeres sólo son un buen adorno que llevar al lado, consideradas incapaces para resolver las cuestiones más sencillas y sólo necesarias para el matrimonio, el sexo y la procreación.
En resumen, Evelina es una preciosa historia sobre la vida en la Inglaterra del siglo XVIII; una historia costumbrista, pero también una historia de superación de una mujer que lucha por conseguir sus objetivos en una época dominada por los hombres; una historia que acaba siendo también de amor pero también de "denuncia" velada de la situación de la mujer en esos años y la hipocresía de unas costumbres y usos que lo impregnaban todo.
Una lectura muy recomendable además de que su edición por la editorial D'Época merece la pena ser tenida en cuenta por su belleza y sus ilustraciones.
Teatro londinense |
La protagonista principal de la historia es Evelina, una joven inocente y pura, con un origen oscuro que ha sido educada en el medio rural inglés desde que nació, ante la muerte de su madre, por el reverendo Mr. Villars. A través de la invitación de Lady Howard, su hija Mrs. Mirvan y su nieta Maria, amiga de Evelina, ésta entra en contacto con la sociedad londinense de la época. En la ciudad, Evelina tendrá que enfrentarse por primera vez a un mundo de comportamientos, gestos y códigos sociales que desconoce totalmente y que le harán pasar más de alguna situación comprometida, muchas de ellas relacionadas con el contacto con sus primeros admiradores masculinos: el "acosador" y pesado Clement Willoughby y el educado y paciente Lord Orville. Todo esto unido al pasado extraño e incierto de Evelina, sin madre y con un padre que no la reconoce, un tutor que la sobreprotege, una abuela indeseable e interesada y una edad que obliga a la mujer a perfilar su futuro junto a un hombre, hacen que las situaciones se vayan complicando para la protagonista, que sin experiencia alguna y sin malicia debe ir sorteando las diferentes situaciones que se le van presentando y que va relatando detalladamente en las cartas que le escribe a su tutor.
Todo este elenco de personajes se mueve en un mundo y en unos lugares bien definidos por la autora. Hay una rica descripción de la ciudad de Londres, de los lugares de ocio de la época (la opera, los teatros, las salas de baile, los parques de paseo,...) y de las costumbres de los ciudadanos londinenses y de su forma de vida. Un mundo de hipocresía, formalismos, moda y lujos, ociosidad y desigualdad entre clases; un mundo de hombres donde las mujeres sólo son un buen adorno que llevar al lado, consideradas incapaces para resolver las cuestiones más sencillas y sólo necesarias para el matrimonio, el sexo y la procreación.
En resumen, Evelina es una preciosa historia sobre la vida en la Inglaterra del siglo XVIII; una historia costumbrista, pero también una historia de superación de una mujer que lucha por conseguir sus objetivos en una época dominada por los hombres; una historia que acaba siendo también de amor pero también de "denuncia" velada de la situación de la mujer en esos años y la hipocresía de unas costumbres y usos que lo impregnaban todo.
Una lectura muy recomendable además de que su edición por la editorial D'Época merece la pena ser tenida en cuenta por su belleza y sus ilustraciones.