Título: El psicoanalista
Autor: John Katzenbach
Editorial: Ediciones B. 2009
Páginas: 523.
SINOPSIS.
"Feliz cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte. Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida. Y ahora estoy decidido a arruinar la suya. Al principio pensé que debería matarlo para ajustarle las cuentas. Pero me di cuenta de que eso era demasiado sencillo. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. Acecharlo y matarlo no habría supuesto ningún desafío. Y, dada la facilidad de ese asesinato, no estaba seguro de que me proporcionara la satisfacción necesaria. He decidido que prefiero que se suicide."
Así reza el anónimo que recibe Frederick Starks, un psicoanalista con una larga carrera a sus espaldas y una vida cotidiana de lo más tranquila: Starks deberá emplear toda su astucia y rapidez para, en quince días, averiguar quien es el autor de las amenazadoras misivas. De no ser así, pasado ese plazo de tiempo, deberá elegir entre suicidarse y ser testigo de cómo, uno tras otro, sus familiares y conocidos van siendo asesinados por un psicópata que promete llevar hasta el fin el plan que ha ideado para vengarse.
Dándole un inesperado giro a la relación entre médico y paciente, el autor ofrece una novela en la tradición del mejor suspense psicológico.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Me estrené con este autor en el año 2014 con una novela que me encantó: La sombra. Por eso, ese mismo año y por recomendación de algunas blogueras compré este libro que lleva cogiendo polvo en mi estantería desde entonces. La nueva entrega de Jaque al psicoanalista, una secuela de esta novela, es la que definitivamente me ha animado a quitarla de esa larga lista de pendientes. Y la verdad es que no me arrepiento en absoluto y debería haberla leído mucho antes porque me ha tenido en vilo unos cuantos días.
El psicoanalista es un pedazo de thriller psicológico en la que un psicoanalista, con una vida excesivamente regular y monótona, recibe un mensaje de un tal Sr. R (Rumplestiltskin) que le introduce en un juego macabro que debe durar sólo quince días y en el que el Dr. Starks debe averiguar quien se esconde tras ese nombre. Tanto el Sr. R. como otros dos personajes que le ayudan en el juego (Virgil y Merlin) conocen todo, absolutamente todo, de la vida del Dr. Starks. Donde vive, donde veranea, cuando compra el periódico, cuando sale y cuando entra, sus finanzas, sus clientes, las asociaciones a las que pertenece, etc. De este modo, y ante la incredulidad del doctor su vida se acaba convirtiendo en un verdadero infierno sin contar con que toda su familia y conocidos están amenazados de muerte si él no se introduce de lleno en el juego. Un hombre completamente solo, debido a su aislamiento social y familiar, que no tiene a quien recurrir y, sobre todo, muy lento ante la incredulidad que le produce la situación.
La verdad es que la primera parte de la novela es un sin vivir. Las jugadas del Dr. R. y sus secuaces son magistrales y la lentitud de reacción del doctor te provoca que incluso el lector vaya por delante en lo que le va a pasar si no reacciona con mayor prontitud y "espabila". Podría apuntar que no sabría decir quien me ha tensionado más: si el doctor con su incredulidad y su parsimonia o los malos, que son malos malísimos y muy listos. Pero también he disfrutado con los cambios que se operan en la personalidad de los protagonistas, unos cambios que no os contaré aquí para no desvelaros nada importante de la novela, que debéis leer, sin duda.
Los giros a los que nos somete el autor son magistrales y los he disfrutado casi aplaudiendo por la sorpresa y el buen uso de la inteligencia sometida a presión. Unos personajes perfectamente perfilados y definidos por lo que van haciendo a cada paso, aunque muchos de ellos finjan ser lo que no son en el juego, mientan y engañen en gran parte de lo que cuentan y otras nos cuenten la verdad sin que confiemos en ella.
Una novela para disfrutar y engancharte. Para jugar con el Dr. Starks desde la tranquilidad de una manta y un sofá. No me gustaría estar en su pellejo y que un error cometido en el pasado, incluso de esos errores que te pasan desapercibidos, me viniera veinte años después a cambiar la vida y provocarme, incluso, la muerte.