Título: El aroma del miedo.
Autor: Armando Rodera.
Editorial: Amazon Publishing, 2017.
Páginas: 496.
SINOPSIS.
Meses después de su último gran operativo, el inspector Bermejo deberá enfrentarse a una doble misión en Valencia: descubrir al causante de los misteriosos asesinatos de mujeres ocurridos en la región y acabar con una trama de corrupción en la que se ven involucrados algunos miembros de la Policía.
Por su parte, tras una excedencia, el sargento Roncero regresa a España junto a la periodista Miriam Monfort y recibe el encargo de colaborar en una importante operación de la Guardia Civil contra el tráfico de personas en la zona levantina.
Un macabro hallazgo en el puerto de Valencia los situará tras la pista de un empresario ruso con conexiones al más alto nivel. La presencia de mafias internacionales en la zona pondrá en jaque a los investigadores, envueltos en una trama cada vez más compleja, repleta de peligrosas ramificaciones.
Un thriller en el que los protagonistas deberán enfrentarse al lado más oscuro del ser humano y luchar encarnizadamente por sus vidas.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Me hubiera gustado conocer al inspector Bermejo y al sargento de la Guardia Civil Roncero en su primera aparición en El color de la maldad, pero por problemas de escasez de tiempo no ha podido ser, aunque no dudo que volveré hacia atrás en el tiempo vital de estos dos personajes para saber de esa colaboración que ambos han tenido previamente a la de esta novela en el caso de un asesino en serie. No obstante, el que no haya podido empezar por la primera entrega en la que aparecen estos dos personajes no quiere decir que no se pueda leer esta segunda novela por separado. El caso, o mejor dicho, los casos que ambos llevan se entienden perfectamente sin la lectura de la novela anterior. Quizás sólo me ha costado entender la relación que tienen Roncero y Miriam porque sin saber que pasó en el caso previo no he comprendido ese empecinamiento de la mujer en que su pareja no intervenga y se incorpore normalmente a su trabajo hasta el punto de tener que ocultárselo y de estar siempre trabajando con la presión de que Miriam se entere de en qué está trabajando. Salvo por este asunto, la novela se puede leer sin ningún tipo de problema por separado.
La novela se desarrolla en dos tramas paralelas que se rozan en algún momento pero que perfectamente podrían haber sido novelas separadas porque cada trama tiene en sí misma la suficiente entidad como para erigirse en una historia relevante. Por un lado, un asesino en serie de mujeres que empieza a perfilarse en la ciudad de Valencia, el asesino de las marionetas. Por otro, el dibujo del entramado de corrupción que gira alrededor de la prostitución, la trata de mujeres lideradas por las mafias de distinto origen, en especial, la mafia rusa y la interrelación de ésta con la corrupción a nivel político, policial y empresarial en la comunidad de Valencia. Y aquí va mi "pero" principal a la novela: en algunas ocasiones el avance se me ha hecho muy lento para ser un thriller precisamente porque los hechos en las dos tramas se ralentizan en exceso y hay capítulos en los que apenas pasa nada por más que tu quieras saber de una vez como continua cualquiera de las dos historias. Tampoco es que se ralentice porque el autor se detenga en los personajes. Las investigaciones caminan de forma separada y se alternan a la hora de irnos contando la historia y sólo en algunos capítulos esporádicos los dos amigos, Roncero y Bermejo, coinciden. Que conste que este "pero" es una percepción y un sentimiento totalmente personal y que seguramente otros lectores/as no lo hayan sentido así, pero a mi personalmente me hubiera gustado mayor agilidad y también mayor profundidad en la historia del asesino en serie que al final se me ha hecho excesivamente ligera para lo que prometía.
La temática de la novela no puede ser más actual y se siente tan cercana que en algunas ocasiones pone los pelos de punta. Armando Rodera dibuja a la perfección a unos personajes, verdaderos indeseables, que consideran a las mujeres como mercancía con la que ingresar grandes sumas de dinero y a las que se puede vejar sin problema, es más han nacido precisamente y sólo para ser vejadas y utilizadas por estas mafias de indeseables. Da realmente miedo que este tipo de delitos estén ocurriendo de verdad tan cerca de nosotros. No es algo que ocurra en países del tercer mundo o en países recónditos. Es algo que ocurre en nuestras ciudades y no sólo ocurre cerca, sino que nuestras jóvenes corren el riesgo de caer en sus garras. El autor nos pone ante estos delitos de una forma tan cercana que te hace sentir la situación de las mujeres/niñas como si estuvieras presente en esos escenarios de maldad.
En definitiva, con independencia de lo que me ha resultado su ritmo en algunas ocasiones, creo que El aroma del miedo es una novela negra muy recomendable, que dibuja una realidad que ninguno de nosotros queremos conocer y ver pero que está ahí sin ninguna duda, en Valencia, en Madrid, en Barcelona y en otras tantas ciudades donde las mafias campan a su aire mientras las fuerzas de seguridad intentan por todos los medios descabezarlas.