Título: Reina Roja
Autor: Juan Gómez Jurado
Editorial: Ediciones B, 2018
Páginas: 568.
SINOPSIS.
Antonia Scott es especial. Muy especial.
No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.
Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.
Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.
Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla.
Y eso le gusta aún menos.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Hacía tiempo que no me topaba con una pareja protagonista tan peculiar, tan excéntrica y tan atractiva como la que forman Antonia Scott y Jon Gutierrez. En alguna ocasión, mientras leía este libro se me han venido a la mente alguna novela de Sandrone Dazieri protagonizada por Colomba Caselli y Dante Torre, una pareja también muy peculiar, con una gran inteligencia y que se complementan casi a la perfección para resolver casos de gran complejidad donde la maldad es la mayor protagonista de cada trama.
He leído varios libros de este autor y no puedo decir que alguno de ellos me haya decepcionado. Incluso las novelas históricas me han atraído desde el principio porque Juan Gómez Jurado escribe muy bien. Claro y sencillo pero con un vocabulario amplio y cuidado que da a sus historias un toque de cercanía que, unido a la trama hace que sus obras te enganchen con gran facilidad.
En esta ocasión, creo que el autor ha creado dos personajes y una historia de "bandera". Ambos elementos, personajes y trama, más ambientación y ritmo hacen que seguramente esta sea la novela que más me ha gustado de todas las que le he leído. Estaba deseando terminarla para ver el desenlace después de un camino lleno de túneles y laberintos que no sabía a donde me conducían y tras el final me he quedado como huérfana, deseando un reencuentro rápido con Antonia y Jon.
A veces ocurre que a una le cuesta trabajo despegarse de algunos personajes y, en este caso, eso me ha ocurrido a mi. Cuesta abandonarlos y dejar de saber de ellos hasta la próxima ocasión; cuesta no callejear por esas calles por donde caminan y mirar hacia los lugares que ellos miran y ver detalles que a los demás "cristianos" nos pasan desapercibidos. Dos personas perfectamente coordinadas a pesar de las grandes diferencias que las separan y que, en realidad, son las que hacen que las piezas encajen a la hora de trabajar juntos. Y el mal, siempre rondándoles, porque parejas como las de Antonia y Jon necesitan los casos más difíciles de resolver, aquellos en los que la maldad más extrema se encalla y se hace más dura y opaca.
Hay que leer esta novela para entender lo que os cuento. Todo los demás, lo que os digo y los que dicen o digan fuera de ella, no son más que sucedáneos de la realidad que esconde. Leedla.