Este año 2014 se cumplen 100 años desde que comenzó la Primera Guerra Mundial o La Gran Guerra. Con este motivo, desde el blog
Reading at the moonlight se nos propuso al mundo bloguero llevar a cabo del Reto 1914 con la intención de poner en valor este hecho histórico, que a pesar de su extrema crudeza, ha tenido quizás menos repercusión en el mundo literario que la posterior II Guerra Mundial.
El Reto es de fácil cumplimiento porque sólo se nos "obliga" a leer un libro en 2014 sobre este hecho histórico o ambientado en esta época aunque no se refiera a la Guerra en sí mismo.
Como yo ya había leído La Caída de los Gigantes de Ken Follet, me encontré de golpe con que no se me ocurría ningún otro libro con que cumplir con este Reto, aunque de algunos había visto la película concreta. Por eso me puse a investigar por la red y poder hacerme una idea de la literatura que hay sobre este importante evento.
Desde luego la lista no es exhaustiva y seguro que vosotr@s podéis aportar muchos más libros, pero por si os sirve a los que hacéis este reto u otros similares, o simplemente por daros el gusto de leer sobre este momento de nuestra historia, os ofrezco esta selección de posibles lecturas:
• El final del desfile de Ford Maddox Ford
Justo antes de que caiga la era eduardiana, en los albores de la I Guerra Mundial, toma lugar esta historia de traición, romance y el horror de las trincheras. En el centro de la narración está la escandalosa separación de Christopher Tietjens, un clásico caballero inglés, conservador y convencional, e impecable súbdito de la corona inglesa, y su esposa Sylvia, una mujer bella, arrogante, contestataria y símbolo de los nuevos tiempos. Christopher ve cómo su matrimonio se desborona mientras Europa es consumida por la tragedia.
• Tempestades de Acero de Ernst Jünger.
En 1914, al estallar la primera guerra mundial, Ernst Jünger se alistó como voluntario en el 73 Regimiento de Fusileros y fue enviado al frente francés. Durante la contienda llevó un Diario de guerra a partir del cual, en 1920, redactó Tempestades de acero, una de las mayores obras de la literatura de guerra de todas las épocas. Sus páginas, nacidas en el fragor de los combates, en hospitales o en trincheras que se convirtieron en la tumba de cientos de miles de soldados, componen una verdadera novela de formación y, al mismo tiempo, una honda reflexión en torno al destino de un siglo que empezó bajo el signo de esta masacre inusitada.
• El Miedo de Gabriel Chevalier.
El miedo es la historia de un joven de 19 años que se resiste a morir en la guerra para la que ha sido llamado a filas contra su voluntad. Chevallier relata el calvario que vivió durante los largos cuatro años que duró la contienda europea: su bautizo de fuego, las heridas, el hospital, la convalecencia, el regreso al frent e, las trincheras, las noches pasadas dentro de los agujeros de los obuses, los piojos, el frío, el hambre, los gases, los gritos de dolor, los cadáveres, etc. El realismo y la crudeza con que Chevallier describe el día a día de la guerra y el atroz sufrimiento de los soldados, unido al retrato mordaz que hace de sus superiores, despertaron la ira de buena parte de los franceses.
• La marcha Radetzky de Joseph Roth.
A través del ejemplo de la familia Trotta, vinculada al emperador Francisco José de manera casi legendaria, Joseph Roth describe la decadencia austrohúngara y las condiciones sociales de su país, en el siglo XVIII. La novela narra la historia de tres generaciones: el fundador de la dinastía salva la vida al joven emperador durante la batalla de Solferino, su hijo se convierte en fiel servidor y funcionario del monarca y el nieto hará carrera en el ejército, abrumado por el peso de su apellido.
• Las aventuras del buen soldado Svepk de Jaroslav Hasek.
Hay héroes desconocidos y oscuros, privados de la fama y la gloria históricas de un Napoleón. Sin duda, Svejk es uno de ellos. Tras un periplo por tribunales, calabozos y manicomios, este entrañable pícaro moderno acaba enrolado en las filas del ejército austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial. Allí dará muestras de su infinita inocencia, verborrea aplastante y sentido común, armas suficientes para hacer frente a la estupidez supina de los estamentos militares.
Las aventuras del buen soldado Svejk constituye un manifiesto antibelicista de primer orden y una proclama satírica irreverente contra la futilidad y el sinsentido de la guerra narrada desde la óptica de un idiota genial.
• Sin novedad en el frente de Erick María Remarque.
"Soy joven , tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación, el miedo, la muerte y el tránsito de una existencia llena de la más absurda superficialidad a una abismo de dolor. Veo a los pueblos lanzarse unos contra otros y matarse sin rechistar, ignorantes, enloquecidos, dóciles, inocentes. Veo a los más ilustres cerebros del mundo inventar armas y frases para hacer posible todo eso durante más tiempo y con mayor rendimiento."Este clásico de la literatura antimilitarista es un relato inclemente y veraz de la vida cotidiana de un soldado durante la primera guerra mundial.
• Adios a las Armas de Ernest Hemingway.
El lector es llevado al frente de Piave, al encarnizado enfrentamiento entre las tropas austríacas e italianas. Descubrimos las primicias y el desarrollo del profundo amor que unirá a Henry, teniente de ambulancias norteamericano herido en una ofensiva, a la enfermera Catherine Barkley.
• Johnny cogió su fúsil de Dalton Trumbo.
Johnny cogió su fusil es la gran novela antibelicista por excelencia. Publicada por primera vez en 1939, la historia de Dalton Trumbo sobre un joven soldado americano terriblemente dañado durante la Primera Guerra Mundial -sobrevive sin brazos, sin piernas, sin rostro pero con la mente intacta- fue un éxito inmediato. Esta conmovedora novela marcó un punto y aparte para muchos americanos que crecieron con la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en la novela antisistema más popular de la era de Vietnam. Actualmente vuelve a ser de gran actualidad.
• El Pabellón de los oficiales de Marc Dugain.
«Weil y yo estábamos de pie a la derecha del féretro, de cara a la nave central. Marguerite, hundida, estaba sentada en primera fila. Los antiguos camaradas se iban acercando uno tras otro. Conforme se fueron instalando, empezaron a dejarse ver en los soportales unos hombres jóvenes. Algunos llevaban las cabezas vendadas. Otros lucían las quema¬duras al aire libre. Eran aviadores, muchos aviadores, y todos se veían muy jóvenes. Se iban acercando, intimidados por los ancianos. Había mucha tristeza en sus miradas. Me apreté contra Weil y le pregunté: -¿Qué vamos a hacer ahora? Mantuvo un largo silencio antes de responderme: -Vamos a enseñarles la alegría.» 1914, Adrien, un joven teniente de Ingenieros, resulta gravemente herido en el rostro en su primera misión de combate. Trasladado al hospital militar de Val-de-Gráce será el primer interno del pabellón dedicado a oficiales desfigurados. A lo largo de los siguientes cinco años, Adrien verá pasar por el pabellón a cientos y cientos de hombres que perdieron sus caras en combate, y a pesar de los sufrimientos derivados de su situación y de las constantes operaciones de reconstrucción de su rostro, él y sus compañeros Penanster y Weil se convertirán en el alma del hospital. Una novela en la que frente a la devastación que la guerra causa en las personas se levanta un mensaje de esperanza y de superación personal.
• Escuadrilla Azor de Derek Robinson.
Una cruda visión del mundo de los pilotos en la primera guerra mundial. Los pilotos de la primera guerra mundial eran algo más que simples soldados, eran los caballeros del cielo. La prensa y el público convertía en ídolos a los jóvenes héroes. Pero para Stanley Woolley, comandante de la escuadrilla Azor, el mito de la caballería de las nubes se ha esfumado. Allá arriba sólo hay víctimas y verdugos, y no deja de repetir a sus hombres que se olviden del juego limpio. Sus bruscos métodos funcionan, pero aun así Woolley sospecha que ningún miembro de la escuadrilla logrará sobrevivir.
• Bautismo de Fuego de Alexander Fullerton.
La batalla naval más importante de la primera guerra mundial El 30 de mayo de 1916 se enfrentó la flota británica (150 barcos con 60.000 marineros) a la alemana (100 barcos con 45.000 marineros). A diferencia de los soldados que luchaban en las trincheras del continente, para la mayoría era la primera vez que entraban en combate. En el destructor Lanyard, el alférez de navío Nicholas Everard, proveniente de una familia de tradición marinera, busca la oportunidad de distinguirse en el servicio. Hasta entonces no ha tenido suerte pero pronto se dará cuenta de lo bien que reacciona cuando está sometido a una presión extrema.
• 14 de Jean Echenoz.
¿Cómo escribir sobre la Gran Guerra, la primera guerra «tecnológica» del siglo XX, y la puerta, también, a medio siglo de barbarie sin precedentes? Echenoz se enfrenta a un nuevo reto literario que supera con maestría. La certera pluma del escritor avanza junto a los soldados en sus largas jornadas de marcha por los países en guerra y acompaña a cuatro jóvenes de la Vendée, Anthime y sus amigos, en medio de una masa indiscernible de carne y metal, de proyectiles y muertos. Pero también nos cuenta la vida que continúa, lejos de las trincheras, a través de personajes como Blanche y su familia. Y todo ello sin renunciar a esa sutil ironía que caracteriza su escritura, condimento imprescindible de un relato apasionante.
• Los cañones de Agosto: Treinta y un día de 1914 de Bárbara Tuchman.
A finales del mes de julio de 1914, Europa vivía inmersa en la engañosa placidez de la belle époque, instalada en una prolongación de la prosperidad de finales del siglo XIX que duraba casi tres lustros. Un mes más tarde, solo quedaban un montón de escombros y ruinas humeantes: habían tronado los cañones de agosto. Barbara W. Tuchman reconstruye en este libro clásico en su género -premio Pulitzer en 1962- el dramático panorama, la tensión psicológica, la incertidumbre y el desconcierto de aquel intenso mes de agosto de 1914 que transformó drásticamente el mundo, y que, como muestra la autora, determinó el resultado de los siguientes cuatro años de conflicto. Asimismo, recrea con una vivacidad admirable los principales acontecimientos que se desencadenaron en el complejo escenario de Europa y los personajes que intervinieron en ellos. El lector asiste a un auténtico fresco sobre las pequeñas miserias, las virtudes, el genio o los rasgos más íntimos de las figuras que tuvieron en sus manos el destino de millones de personas. Casi un siglo después, los principales acontecimientos y las historias singulares que urdieron aquella enorme tragedia mundial siguen vivos en esta obra de lectura obligada.
• Capitán Conan de Roger Vercel.
Roger Vercel (1894-1957) un día oyó a hablar a dos veteranos sobre la brutalidad de sus experiencias bélicas. Eso y sus experiencias en el ejercito de Oriente durante y después de la primera guerra mundial le llevó a escribir esta novela con la que ganó el premio Goncourt en 1934. Capitán Conan es una crónica de guerra y un testimonio del funcionamiento de la justicia militar, pero sobretodo es el retrato de un bretón duro y enérgico que en la guerra se revela como un soldado decisivo por su capacidad para matar sin vacilar. Él y los cincuenta «corta-gargantas» bajo su mando han matado a más boches y búlgaros que regimientos enteros. Conan es uno de los, no más de tres mil, hombres que han ganado la guerra – a cuchillo. Pero para él el armisticio es el principio del fin. ¿Cómo puede un hombre que ha aprendido a «amar la guerra», volver a la vida civil, a la rutina, a las bromas de taberna y a la vida rural? Pronto aquellos que no comprenden las nuevas reglas se ven enfrente de un consejo de guerra. La posición del autor no puede evitar la ambigüedad en una obra en la que la admiración por el protagonista está ligada al horror de la guerra.
• La Saga de la I Guerra Mundial de Anne Perry.
Es una serie de novelas basadas en este evento y en esta época desarrolladas por esta prolífica autora. Las novelas que incluyen son las siguientes:
- Las tumbas del mañana.
- El peso del cielo.
- Ángeles en las tinieblas.
- Las trincheras del odio.
- No dormiremos.
• La caida de los gigantes de Ken Follet.
"Esta es la historia de mis abuelos y de los vuestros, de nuestros padres y de nuestras propias vidas. De alguna forma es la historia de todos nosotros." Ken Follet. La historia empieza en 1911, el día de la coronación del rey Jorge V en la abadía de Westminster. El destino de los Williams, una familia minera de Gales, está u nido por el amor y la enemistad al de los Fitzherbert, aristócratas y propietarios de minas de carbón. Lady Maud Fitzherbert se enamorará de Walter von Ulrich, un joven espía en la embajada alemana de Londres. Sus vidas se entrelazarán con la de un asesor progresista del presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, y la de dos hermanos rusos a los que la guerra y la revolución les ha arrebatado su sueño de buscar fortuna en América.Tras el éxito de Los pilares de la Tierra y Un mundo sin fin, Ken Follett presenta esta gran novela épica que narra la historia de cinco familias durante los años turbulentos de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y la lucha de hombres y mujeres por sus derechos.
Espero que os guste y os venga bien la selección, no sólo para los retos en marcha sino para conocer un poco mejor esta parte de nuestra historia.