Título: La mujer oculta
Autora: Karin Slaughter
Editorial: HarperCollins, 2016
Páginas: 512.
Sinopsis.
El descubrimiento de un asesinato en una obra abandonada conduce a Will Trent y al Georgia Bureau of Investigation a un caso que se convierte en mucho más peligroso cuando el cadáver es identificado como el de un ex policía.
Tras hacer la autopsia, Sara Linto, la nueva forense del GBI y amante de Will, descubre que la ingente cantidad de sangre encontrada no pertenece a la víctima. Con seguridad, un rastro de sangre que sale fuera de la escena del crimen indica que hay otra víctima, una mujer que ha desaparecido y que si no la encuentran pronto, morirá.
La escena del crimen pertenece al habitante más famoso de la ciudad: un rico, poderoso, bien conectado atleta protegido por los abogados más caros de Estados Unidos, un hombre que ya se había librado de un caso de violación pese a los esfuerzos de Will por encarcelarle.
Pero lo peor está aún por venir. Las pruebas pronto vinculan el pasado turbulento de Will con el caso y las consecuencias caerán sobre su vida con la fuerza de un tornado causando estragos en Will y en todos aquellos que están a su alrededor, incluyendo a sus colegas, familiares, amigos e incluso a los sospechosos que persigue.
Un suspense implacable y con un ritmo frenético, habitado por personajes en conflicto que cobran vida más allá de las páginas.La mujer oculta.
Impresión personal.
Esta es la primera novela que leo de Karin Slaughter y la verdad es que esperaba un libro más de policías y delincuentes donde puedes conectar mejor o peor con el caso o los personajes. De esas series policíacas que de vez en cuando pillo para relajar la mente sin mucha complejidad. Sin embargo, he de confesar que me ha sorprendido muy gratamente tanto la autora como la novela. Una trama compleja con unos personajes muy complejos que me gustaría conocer más en novelas previas para ver como se desarrollan sus vidas con anterioridad. Esto no significa que haya tenido dificultades en seguir esta novela porque no haya leído las anteriores de la Serie Will Trent. No. Lo que ocurre es que seguramente lo que nos cuenta la autora de cada personaje para colocarnos en el ambiente y los motivos de cada uno de ellos en un vistazo rápido en novelas anteriores lo veamos desarrollado con mayor amplitud.
Éste es el octavo libro de la Serie Will Trent, aunque como digo, se puede leer de forma independiente sin perderte nada especial para entender la trama de la novela. En unos locales abandonados que un famoso e indeseable jugador de baloncesto quiere convertir en una discoteca de lujo aparece el cadáver de un ex policía de esos catalogados como indeseable y corrupto. Aparece muerto sobre un gran charco de sangre que no es suya, sino de una mujer, que por el volumen de sangre perdida debe estar muerta también en algún lado o a punto de morir. Esclarecer lo que ha pasado y localizar a la mujer agonizante es el trabajo que emprenden Amanda Warner y su equipo, del que forma parte Will Trent y su novia forense, Sara Linto. Lo que parece en principio una caso sencillo, se empieza a complicar cuando entra en escena tanto el jugador de baloncesto, un indeseable que esquiva la justicia a base de dinero y unos corruptos abogados que le sacan a él y a su colegas de todos los delitos y tropelías que cometen, y la mujer (la ex mujer) del propio Will Trent, Angie Polaski, una expolicía con un pasado duro y difícil que ha convertido su vida y la de Will, cada vez que tiene ocasión, en un verdadero infierno.
En realidad, la trama es tan compleja y tiene tantas ramificaciones como cada uno de los personajes. Va y viene en el tiempo para explicarnos lo que acontece unos días antes de los hechos, lo que ocurre el día de los hechos y la investigación lineal que sigue la policía. Una policía, como digo afectada porque algún personaje tiene que ver con la vida de Will y de Sara en la actualidad. Por ello, la relación de ambos se torna difultosa y sus pasados salen a relucir en toda su complejidad y su dificultad. También es compleja la vida y la personalidad de Angie Polaski, una mujer con la que en principio no conectas absolutamente nada, a intervalos la puedes llegar a entender para dejar de inmediato de empatizar de nuevo con ella. Una vida dura para un personalidad con grandes callos en el alma que le impide ser feliz y dejar que los demás lo sean. Incluso el policía fallecido, la mujer herida y desaparecida resultan complejos dentro de una cadena de personajes interrelacionados y conectados por lazos familiares y/o de negocios oscuros al margen de la ley.
La novela toca temáticas muy duras: la violencia de género, el tráfico de drogas, la mafia policial y jurídica, la falta de justicia en el caso de los ricos y personajes infuyentes (¿os suena?), la prostitución, etc. Todo ello escrito y descrito de una manera muy visual, tanto que algunos capítulos se te hacen duros de leer por la violencia y lo injusto de la situación.
Un trhiller psicológico donde la autora apenas deja respiro con los quiebros de la trama y los personajes tan complejos cuya actuación, a veces, te sorprende por lo cercanos que los sientes y los hechos que los interrelacionan.