"La belleza de los números era el eco de su poder"
La verdad es que por la portada y el nombre del libro nunca se me hubiera ocurrido leerlo, máxime cuando el propio Pitágoras esta relacionado con las matemáticas, una parte del conocimiento que sé que es útil pero a la que yo difícilmente le he visto la utilidad, más allá de lo relacionado con las estadísticas propias de mi área de estudios. Por otro lado, el título es engañoso en relación con el contenido real del libro, aunque sí está en la finalidad última del asesino, cuando consigues dibujar toda su trama.
No obstante, a lo largo de estos meses, salvo excepciones, había leído muy buenas críticas del libro por parte de muchos de mis compañeros/as blogueros/as que habían realizado lecturas conjuntas y, además, (y ¿por qué no?), tenía cierto morbo que su autor, Marcos Chicot, siendo finalista del Premio Planeta, haya tenido que autoeditar el libro por su cuenta hasta que una editorial (Duomo) lo ha publicado en papel dado el exitazo que estaba teniendo en su formato digital. Es como el día a día de este país...
Resumen.
Todo ocurre en el año 510 a.C. en lo que era la antigua Grecia, en concreto en Crotona y Sibaris (he aprendido de dónde procede la palabra "sibarita", seguramente hoy en día hay más que entonces). Es una época en que las comunidades Pitagóricas tienen un gran poder, no sólo desde el punto de vista del conocimiento sino a nivel político dado que cuentan, según ellos, con los secretos matemáticos que regulan el mundo de la naturaleza.
La principal comunidad pitagórica se ubica en Crotona y a partir de ahí se extiende a otros muchos gobiernos a través de un conjunto de miembros con distintas categorías en la comunidad que acceden en función de éstas a diferentes niveles de conocimiento, siendo Pitágoras el gran maestro que aglutina todos los secretos de la naturaleza, incluyendo la propia naturaleza humana. Este conocimiento se basa , en realidad, en la creencia, para esa época del desarrollo intelectual, de que los números y los cálculos a los que se accede con ellos en las diversas materias son todos exactos y racionales y, por tanto, todo es predecible y controlable según estas teorías.
La historia comienza cuando Pitágoras, ante sus seis discípulos principales, se plantea nombrar a uno de ellos como sucesor para cuando él ya no esté. A partir de aquí comienzan una serie de asesinatos, genialmente "orquestados" que van eliminándolos sin que nadie sepa averiguar cómo dentro de una comunidad tan fuerte en conocimientos e ideológicamente pacifista, puede haber alguien capaz de perpetrar semejantes crímenes.
Por ello, Pitágoras echará mano de un investigador reconocido de Cártago y origen egipcio, Akenón que junto a la propia hija de Pitágoras, Ariadna, irá desentrañando, más lentamente de lo esperado, los misterios de los crímenes y las tramas políticas, de poder y venganza que subyacen a toda la historia.
Impresión.
En general, la novela me ha gustado mucho y me ha enganchado desde el primer momento en que la empecé, sobre todo, porque el tema de las matemáticas, que era un asunto del que recelaba mucho en un primer momento me fue resultando sencillo de comprender y ha sido bastante asequible durante toda la novela. No obstante, hay algunas cuestiones que he comprendido mejor gracias a las explicaciones realizadas por el propio autor en la carta que incluye al final del libro.
Me ha sorprendido gratamente la descripción y el detalle con el que se relata del sistema de funcionamiento de la comunidad pitágorica, de la que no conocía absolutamente nada. Y, desde luego, el sistema de funcionamiento de los gobiernos que se regulaban por sus principios. Seguramente, como yo, de Pitágoras sólo conocía lo que nos enseñan en el colegio de su famoso Teorema, y para nada se nos menciona la influencia en el mundo de las humanidades y de la política de sus teorías matemáticas. Tampoco es un sabio al que haya estudiado alguna vez en asignaturas como filosofía, cuando en realidad es lo que realmente era. Por todo ello, esta parte del conocimiento me ha llenado plenamente.
Aunque soy "forofa" de la novela histórica, y en este caso me ha gustado mucho, en general, como se ha tratado en la novela toda la parte histórica, era tanta la intriga que tenía con la parte de los asesinatos por descubrir, que me han sobrado páginas de guerra entre Crotona y Sibaris. Se me han hecho eternas estas páginas de la guerra porque me retrasaba de lo que realmente quería averiguar en esos momentos, que no era otra cosa que al asesino. No obstante, la estrategia de los caballos en esta guerra no sólo me ha hecho sonreir sino que me ha sorprendido tanto como a los sibaritas.
En cuanto a la trama más negra de la novela, ésta me ha resultado original y bien planificada. Tengo que reconocer que, en contra de lo que planteaban otros compañeros de lectura, yo no he sabido averiguar quien era el "malo malísimo" hasta que no aparece nombrado en la novela por quien lo descubre. Quizá por eso, lo de la guerra me ha resultado más tedioso , porque no era capaz por mi misma de averiguar quien era el asesino.
Toda una primera parte, me ha recordado mucho o he tenido reminiscencias de la trama tan bien montada de El Nombre de la Rosa y sólo he abandonado esta sensación cuando han entrado más en juego las tramas políticas y bélicas de la novela.
También me ha gustado mucho la manera de mostrarnos a los personajes claves; cada uno de ellos (Pitágoras, Akenón, Ariadna, Glauco, Boreas, Cilón, los discípulos, etc.) tiene un espacio en el desarrollo de la novela para que vayamos comprendiendo en un lenguaje muy cercano las implicaciones que van teniendo en toda la trama y cuáles son las motivaciones últimas de su manera de comportarse.
Finalmente, una mención al estilo de Marcos Chicot. Para ser un libro sobre un personaje complejo como Pitágoras me ha parecido que la manera de expresar sus ideas y sus teorías es sencilla y cercana y muy bien entrelazada con sus preocupaciones sobre el caso en concreto que le ocupa y preocupa. Además la novela se lee rápido gracias a la utilización de unos capítulos muy cortos que le dan mucho dinamismo y facilita la lectura.
En resumen, una novela totalmente recomendable. Instructiva y entretenida; clara y misteriosa a la vez; dura y entrañable; sobre el pasado real de una época que aventura en su final, un futuro que ya espero desde que la acabé con su próxima entrega de La Hermandad.