Título: Por un perro sin tumba
Autor: Rafael García Maldonado
Editorial: Anantes, 2017
Páginas: 350.
SINOPSIS.
Por un perro sin tumba es una historia de violencia, amor y compasión. Un tenebroso descenso a las profundidades más remotas del alma humana en forma de adictivo relato policíaco. Un escenario opresivo y brutal donde una colmena de personajes desesperados lucha por sobrevivir en medio de una catarata de horrendos crímenes de apariencia medieval: un psiquiatra, una inspectora de homicidios, un erudito sacerdote y un viejo policía protagonizan entre otros muchos esta trepidante novela, que comienza y transcurre alrededor de la repentina desaparición de un perro.
Voz independiente y de cuidado estilo, Maldonado nos hace partícipes de nuevo de sus obsesiones literarias: la violencia, el deseo, la decadencia y el irresoluble combate entre la razón y el instinto.
IMPRESIÓN PERSONAL.
"En toda mi vida sólo vi a Dios en una parte: en los ojos de mi perro. Si Dios ha mirado a alguien alguna vez, estoy seguro de que lo hizo a través de los ojos de un perro"
Esta es una de las frases con la que uno de los personajes fundamentales de este libro, Antonio Antunez, habla de su amor a los perros, a su perro perdido un día cuando paseaban y él perdió el conocimiento y nunca más volvió a verlo con vida.
Si algo tengo que decir de esta novela es que me ha impresionado y mucho. También me ha dolido verificar tanta maldad en el ser humano, y me ha dolido tanto que a veces, lo digo de corazón, me he identificado más con el asesino que con las víctimas. Alguien podrá decirme que siendo lectora habitual de novela negra/policíaca, donde personas suelen asesinar a personas y, muchas veces, de forma cruel y macabra, debería estar curada de espanto. Y es cierto. He leído muchas novelas donde la maldad del ser humano, se evidencia de tal modo que te revuelve el estómago. Y si nos trasladamos a las guerras de cualquier época, la maldad y las aberraciones de hombres contra hombres, indefensos la mayoría de las veces, se multiplica hasta el infinito. Pero, insisto, esta novela me ha impresionado y me ha dolido y en más de una ocasión he sentido que el asesino hacía justicia. Y es que creo que éste es uno de los objetivos del autor: mostrarnos como personas como yo, totalmente "normales", en un momento dado podemos mostrar un lado oscuro ante aquello que consideramos injusto o cruel.
Por un perro sin tumba tiene una dura trama principal en la que se suceden una serie de asesinatos, típicos de siglos de oscuro pasado religioso en España, de personas indeseables que cometen atrocidades con animales. De la mano del autor, que no escatima en detalles, conoceremos a las "víctimas", los maltratadores y sus "valientes" actos con animales indefensos y a quien, en venganza/justicia, los asesina de una manera macabra y cruel, al modo de la Inquisición Española. No sabría decir que me ha parecido más cruel, si lo que hacían con los animales los asesinados o lo que se hace al final con ellos. Lo cierto es que esta pregunta me ha venido acompañando durante toda la novela.
Una trama perfectamente enlazada con hechos históricos de nuestro pasado religioso, el maltrato animal que se da sin pudor en muchos ámbitos de nuestro país ilegalmente como en el caso de las peleas de perros peligrosos, la caza con galgos, etc. También se tratan en el novela otras temáticas como el maltrato y el acoso de género, la prostitución, la homosexualidad, etc. Todo un puzle que va saltando de un capítulo a otro entre personaje y personaje. Porque Por un perro sin tumba es también una novela coral donde juegan una serie de personajes curiosos como si de un tablero de ajedrez se tratara. Personajes muy potentes que juegan sus bazas con mucha independencia unos de otros y que acaban confluyendo a la hora de concluir una investigación tan dificultosa como la que tienen delante.
Por una lado, tenemos a Ana Zuloaga, inspectora de Homicidios de la Costa del Sol en Málaga. Concienzuda y profesional, muy independiente respecto de su Jefe, y con un pasado de maltrato que influye mucho en su personalidad y en su estilo de vida, donde el miedo a su ex-pareja aún la acompaña. Su jefe, Valcárcel, solitario, medio alcohólico y casi perdido en un mundo que le resulta injusto y agrio. Un personaje que también se mueve de forma independiente, más por la fuerza de la soledad que le acompaña que por estrategia policial. Y también Antonio Antunez, psiquiatra y profesor en la Universidad que sufre por la pérdida de su perro al que no deja de buscar, y Sebastián Santamaría, cura e investigador experto en el Santo Oficio.
La novela se desarrolla en Málaga y Sevilla aunque también acontecen hechos en la provincia de Jaén siguiendo un esquema de asesinatos cuya situación también forma parte de la trama que tendrán que desentrañar los policías de homicidios. Se describen muchas de las calles y bares por donde circulan los personajes facilitando la situación de los lugares donde acontecen lo hechos.
Por último, no quiero dejar pasar que me he encontrado con una manera de escribir y de estructurar la novela que me ha resultado original, diferente. Aunque los hechos van aconteciendo de forma lineal, lo cierto es que el hecho de ir saltando de personaje en personaje con lo que les van aconteciendo a cada uno de ellos o lo que cada uno va realizando en su día a día, hace que la lectura me haya resultado ágil y a la vez diferente a lo que solemos encontrar en novelas de este tipo. Un lenguaje preciso y muy rico en matices que fotografía perfectamente no sólo lo que pasa sino los detalles de cada hecho, en especial, de los casos de maltrato animal y de la venganza de este maltrato.
En definitiva, una novela cruda, desnuda, que no escatima en detalles llenos del horror que supone el maltrato animal y una historia de venganza o justicia, según se mire, que te plantea en más de una ocasión de quien te sientes más cercana en su manera de actuar. Una novela que se sale de la fórmula habitual que solemos encontrar en novelas policíacas que me ha resultado muy original y rica en matices. Sin duda, la recomiendo.