La Reina Descalza.
Ildefonso Falcones.
Resumen.
En la España del siglo XVIII, una conmovedora historia de
amistad, pasión y venganza une dos voces de mujer en un canto
desgarrado por la libertad.En enero de 1748, una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Atrás ha dejado un pasado esclavo en la lejana Cuba, el hijo al que nunca volverá a ver y un largo viaje en barco hasta las costas españolas. Caridad ya no tiene un amo que le dé órdenes, pero tampoco un lugar donde cobijarse cuando se cruza en su camino Milagros Carmona, una joven gitana de Triana por cuyas venas corre la sangre de la rebeldía y el arte de los de su raza.
Las dos mujeres se convierten en inseparables y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por el apuesto y arrogante Pedro García, de quien la separan antiguos odios familiares. Por su parte, Caridad se esfuerza por acallar el sentimiento que está naciendo en su corazón hacia Melchor Vega, el abuelo de Milagros.
Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Aunque sus caminos se separan, el destino volverá a unirlas en un Madrid donde confluyen contrabandistas y cómicos, nobles y villanos; un Madrid que se rinde a la pasión que emana de las voces y bailes de esa raza de príncipes descalzos.
Ildefonso Falcones nos propone un viaje a una época apasionante, teñida por los prejuicios y la intolerancia. Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, los lectores disfrutarán de un fresco histórico poblado de personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo.
Impresión.
Lo cierto es que me animé a leer este libro sólo porque los otros libros de este autor me habían gustado muchísimo (La Catedral del Mar y la Mano de Fátima). Ambos reflejan muy bien y de forma amena periodos históricos determinados desde la cercanía de los personajes y en ambos subyacen historias personales de las que te resulta difícil desprenderte una vez que los terminas. De hecho, hace dos días que terminé de leer La Reina Descalza y aún no he podido comenzar un nuevo libro porque sigo "formando parte" del mundo de Caridad, Milagros, Melchor y toda esa gitanería de Triana.
La Reina Descalza es un libro que engancha desde el principio. Te hace sentir rabia, cariño, a veces odio, incomprensión, te hace sonreír en muchas ocasiones y hasta llorar de alegría por los reencuentros de las personas y de los personajes.
A pesar de ser un libro extenso, se lee muy fácilmente y resulta muy ameno porque está lleno de aventuras y desventuras, de amores y de amores frustrados, de lealtades y venganzas, de brillo y fuerza en los personajes a los que acabas comprendiendo y queriendo.
Además, relata unos hechos históricos, que a pesar de desarrollarse muy cerca de Zafra (en Triana, Sevilla, Encinasola, Barrancos, etc) donde vive una amplia población gitana desde siempre, yo no conocía: La Gran Redada de de 1749 autorizada con la intención de llevar a la extinción a la raza gitana en España. Aparte de este hecho histórico me ha encantado también conocer como se llevaba a cabo el contrabando de tabaco en el sur, un hecho que he escuchado desde siempre en Extremadura pero que no conocía como se llevaba a la práctica. Una parte de la novela que además le da una gran dosis de aventura a la novela.
Descubrir el Sevilla y el Madrid de la época también es un gran punto a favor de la novela ya que la misma se desarrolla principalmente en esas dos ciudades además de acontecimientos que se relatan en los caminos entre pueblos y en las prisiones de Cadiz, Málaga y Zaragoza donde los gitanos son llevados tras la Redada.
Los personajes son entrañables, luchadores y acabas tomándoles cariño aunque a veces me frustraba la cultura sumisa de Caridad o la incapacidad de Milagros para defenderse de la injusticia provocada por su marido a pesar de provenir de una familia gitana rebelde.
Sólo le ha faltado a esta novela que pudiera escuchar los cantes gitanos, en especial el cante del Galeote. Me resulta complicado imaginar ese lamento profundo que describe la novela.
Los personajes son entrañables, luchadores y acabas tomándoles cariño aunque a veces me frustraba la cultura sumisa de Caridad o la incapacidad de Milagros para defenderse de la injusticia provocada por su marido a pesar de provenir de una familia gitana rebelde.
Sólo le ha faltado a esta novela que pudiera escuchar los cantes gitanos, en especial el cante del Galeote. Me resulta complicado imaginar ese lamento profundo que describe la novela.
