Título: Cicatriz
Autor: Juan Gómez Jurado
Editorial: Ediciones B, 2015
Páginas: 576
Resumen oficial.
Una historia absolutamente adictiva firmada por el autor español de thriller más leído en todo el mundo.
Simon Sax podría ser un tipo afortunado. Es joven, listo y está punto de convertirse en multimillonario si vende su gran invento -un asombroso algoritmo- a una multinacional. Y, sin embargo, se siente solo. Su éxito contrasta con sus nulas habilidades sociales. Hasta que un día vence sus prejuicios y entra en una web de contactos donde se enamora perdidamente de Irina, con la inexperiencia y la pasión de un adolescente, a pesar de los miles de kilómetros que los separan.
Pero ella, marcada con una enigmática cicatriz en la mejilla, arrastra un oscuro secreto. Una novela que te hará mirar de otra forma a la persona con la que duermes.
Impresión personal.
Empecé a leer Cicatriz de Juan Gómez Jurado en el mismo lugar y en la misma postura que otros libros, esto es, tumbada plácidamente en el sofá con mi perra Tara a los pies. Mi siguiente postura lectora ha sido con las piernas ligeramente flexionadas y la perra incómoda por el cambio de su posición rutinaria. De la flexión de las piernas he pasado a la de sentada estilo "indio" en un extremo del sofá para terminar prácticamente en cuclillas bajo la mirada alucinada y tensa de Tara. Si me hubieran filmado a cámara rápida cualquiera hubiera percibido la tensión que Cicatriz iba introduciendo en mis venas a medida que avanzaba en su lectura.
Cualquiera podría decirme que para qué leer un libro que te produce tal vértigo, tal desasosiego. Cicatriz es como montar en una montaña rusa vertiginosa, con grandes rápidos y caídas al vacío, algunos trayectos más planos que te dejan un respiro para abordar lo que está por llegar y, de la mano de los personajes, precipitarte hacia un final que te deja exhausta. Pero como las montañas rusas, ¿quien se resiste a la emoción? ¿al riesgo?
No soy capaz de determinar si Juan Gómez Jurado escribe manipulando conscientemente cada etapa por la que los lectores vamos a ir atravesando o si son los personajes los que van tirando de los hilos manipulándonos a todos, incluido al propio autor. El caso es que unos y otros convierten la historia en adictiva, en una verdadera droga de la que no quieres desengancharte por un lado, y, por otro, a la que estás deseando abandonar llegando a un desenlace que auguras inesperado.
Personajes contradictorios, contrapuestos pero coherentes todos ellos. Que no te chirrían en momento alguno, incluso cuando no compartes algunas de sus decisiones, tal y como me ha ocurrido a veces con Irina. Un narrador con la voz real del personaje que representa, con sus miedos, sus dudas y su tremenda y aplastante soledad. Personajes todos que se mueven sobre un tablero volátil e inestable, o al menos, a ti como lectora, te lo parece.
Cicatriz deja huella en el lector, aunque sea una pequeña mácula y te asombra que con el paso de los días un libro que se lee sin respirar y de forma vertiginosa, se te quede anclado en la memoria con tanta facilidad, con tanto poso.
¿Lo recomiendo? Desde luego. Sin duda. Si te gusta la tensión y la soportas, un ritmo rápido aderezado de profundas reflexiones pero camufladas en la trama sobre la pareja, la familia, la trata de perosnas o el mundo de los negocios, debes animarte a leerlo. Y si piensas que estos no son tus motivos y que este tipo de libros no son lo tuyo, debes leerlo también. Seguramente cambiarás de opinión.
Cualquiera podría decirme que para qué leer un libro que te produce tal vértigo, tal desasosiego. Cicatriz es como montar en una montaña rusa vertiginosa, con grandes rápidos y caídas al vacío, algunos trayectos más planos que te dejan un respiro para abordar lo que está por llegar y, de la mano de los personajes, precipitarte hacia un final que te deja exhausta. Pero como las montañas rusas, ¿quien se resiste a la emoción? ¿al riesgo?
No soy capaz de determinar si Juan Gómez Jurado escribe manipulando conscientemente cada etapa por la que los lectores vamos a ir atravesando o si son los personajes los que van tirando de los hilos manipulándonos a todos, incluido al propio autor. El caso es que unos y otros convierten la historia en adictiva, en una verdadera droga de la que no quieres desengancharte por un lado, y, por otro, a la que estás deseando abandonar llegando a un desenlace que auguras inesperado.
Personajes contradictorios, contrapuestos pero coherentes todos ellos. Que no te chirrían en momento alguno, incluso cuando no compartes algunas de sus decisiones, tal y como me ha ocurrido a veces con Irina. Un narrador con la voz real del personaje que representa, con sus miedos, sus dudas y su tremenda y aplastante soledad. Personajes todos que se mueven sobre un tablero volátil e inestable, o al menos, a ti como lectora, te lo parece.
Cicatriz deja huella en el lector, aunque sea una pequeña mácula y te asombra que con el paso de los días un libro que se lee sin respirar y de forma vertiginosa, se te quede anclado en la memoria con tanta facilidad, con tanto poso.
¿Lo recomiendo? Desde luego. Sin duda. Si te gusta la tensión y la soportas, un ritmo rápido aderezado de profundas reflexiones pero camufladas en la trama sobre la pareja, la familia, la trata de perosnas o el mundo de los negocios, debes animarte a leerlo. Y si piensas que estos no son tus motivos y que este tipo de libros no son lo tuyo, debes leerlo también. Seguramente cambiarás de opinión.
Me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarMe apetece muchísimo y viendo las sensaciones que te ha causado aún más
ResponderEliminarBesos
Lo tengo reservado para el momento en que me apetezca algo así.
ResponderEliminarUn beso
Sin duda es una estupenda novela. Besos
ResponderEliminarMás o menos como tú estuve, una lectura sin duda adictiva.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo contigo. Un libro imposible de dejar
ResponderEliminarJajajaja, la perra debe estar cabreada con Juan Gómez-Jurado por hacerte adoptar posturitas. A mi también me pareció una montaña rusa. La he disfrutado mucho.
ResponderEliminarUn besote.
Ya sabes que me gustó mucho. Un besote
ResponderEliminarTambién me gustó mucho, era mi estreno con el autor, estoy deseando leer El Paciente...
ResponderEliminarUn beso
Este es otro de los autores con los que estoy deseando estrenarme. Besos
ResponderEliminarJajaja espero leerlo muy prontito!
ResponderEliminarBesos
Me alegro de que te haya gustado pero no creo que sea una historia para mi.
ResponderEliminarUn beso y gracias por la reseña.
Es lo que pasa con este libro, lo devoras.
ResponderEliminarBesos
Nada, nada, que tengo que leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gustó mucho también. Un beso ;)
ResponderEliminarDebo ser la única que no ha leído a este hombre!
ResponderEliminarBesotes
Entretenida. Ya me pasó con El paciente, que no terminó de entusiasmarme.
ResponderEliminarCreo que me gustan más sus primeras obras
Besos
Pues creo que al final tendré que leerlo :-)
ResponderEliminarBesos!
Me la habían recomendado y la deje pasar pero gracias a tu reseña me ha vuelto a picar la curiosidad. Sabes convencer con lo que cuentas. mil gracias
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Tengo que leerlo, pero antes va El Paciente, y de momento no busco hueco.
ResponderEliminarBEsos
Ando en plena lectura pero muy despacio porque lo compagino con otras dos lecturas. Me voy a volver loca. Besos.
ResponderEliminarEstupenda novela!! Yo no paro de recomendarla, me alegro que te gustase :)
ResponderEliminarLe tengo ganas pero para más adelante
ResponderEliminarbesos
Me hubiera gustado ver la escena del sofá, de momento, tendré que estrenarme con El paciente, que es el que tengo en la estantería.
ResponderEliminarEl paciente no acabó de gustarme pero este parece que las críticas sean bastante buenas.
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog. Te seguiré y te comentaré de vez en cuando. Espero compartir opiniones. Un saludo!